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Estudios de secuenciación genómica realizados en Argentina no han detectado hasta el momento ninguna de las dos variantes entre las cepas de circulación comunitaria en el país.

Un estudio con suero de pacientes que recibieron la vacuna de Pfizer-Biontech logró neutralizar en el laboratorio algunas de las mutaciones de las variantes de coronavirus del Reino Unido y Sudáfrica, según un estudio realizado por las compañías divulgado este viernes.

Para llegar a esta conclusión, los investigadores generaron un virus con algunas de las mutaciones correspondientes a estas variantes de Sudáfrica y Reino Unidos y los probaron en laboratorio con el suero de 20 pacientes de los ensayos clínicos de las vacunas extraídos entre las semanas 2 y 4 después de la inmunización con las dos dosis.

En esas pruebas, los investigadores concluyeron que "no hay reducción en la actividad de neutralización contra el virus que lleva la punta Y501 (nombre de una de las mutaciones que comparten la variante del Reino Unido y la de Sudáfrica que indica una cambio de la proteína espiga)".

"Una limitación de este hallazgo es que el virus Y501 (el que se utilizó en el estudio) no incluye el conjunto completo de mutaciones de la proteína de pico encontrado en las cepas de rápida propagación en el Reino Unido o Sudáfrica", advirtieron los autores del estudio, que todavía no fue publicado en una revista científica y por tanto no ha sido revisado por pares.

Los investigadores recordaron que "la evolución en curso del SARS-CoV-2 requiere un monitoreo continuo de la importancia de cambios para la cobertura de vacunas", y señalaron que "esta vigilancia va acompañada de los preparativos para la posibilidad de que una futura mutación en el SARS-CoV-2 requiera un cambio de cepa de vacuna".

Asimismo, señalaron que "una actualización de la vacuna se vería facilitada por la flexibilidad de la tecnología de vacunas basada en ARNm" de Pfizer-Biontech.

Las variantes de SARS-CoV-2 de rápida propagación que surgieron en el Reino Unido y en Sudáfrica comparten una mutación en la proteína de pico (denominad N501Y), que, según indicaron los autores, "es de particular preocupación porque se encuentra en el sitio de unión del receptor viral para la entrada celular y aumenta la unión al receptor celular".

Estudios de secuenciación genómica realizados en Argentina no han detectado hasta el momento ninguna de las dos variantes entre las cepas de circulación comunitaria en el país.

En medio de un aumento descontrolado de casos por una nueva variante de coronavirus, el Reino Unido se convirtió en el primer país en sumar a su plan de inmunización la aplicación de la vacuna de la Universidad de Oxford y la farmacéutica AstraZeneca.

Con más de 75.000 muertes, el Reino Unido es uno de los países de Europa más castigados por el coronavirus.

Cerca de 55.000 personas dieron positivo el sábado pasado, el último día del que se tienen datos, superando el umbral de 50.000 por sexta jornada consecutiva.

El país, que ya inoculó a 1 millón de personas con la vacuna de las farmacéuticas estadounidense y alemana de Pfizer y BioNTech -que también fue el primero del mundo en aprobar-, se enfrenta a una nueva ola de contagios desde el descubrimiento en diciembre de una nueva variante del coronavirus entre 40% y 70% más transmisible.

Brian Pinker, un jubilado británico de 82 años que precisa de diálisis debido a un problema de riñón, recibió en el Hospital Churchill de la Universidad de Oxford la vacuna de AstraZeneca y esa universidad, informó la cadena BBC.

Casi 80% de la población de Inglaterra se encuentra reconfinada y la vuelta a los colegios tras las vacaciones navideñas tuvo que ser cancelada en numerosos lugares, en particular en Londres y el sudeste de Inglaterra, especialmente afectados por el aumento de infecciones.

Así, los alumnos de educación primaria y secundaria no volverán a las aulas hasta dentro de una o dos semanas, según los casos.

La oposición laborista presiona sin embargo al gobierno conservador de Boris Johnson para que imponga el cierre de las escuelas a nivel nacional.

En este contexto, la distribución de la vacuna AstraZeneca/Oxford, más barata y fácil de conservar que la anterior, de la que el país ya encargó 100 millones de dosis, aparecía hoy como el único motivo de esperanza.

El servicio público de salud (NHS) informó que ya dispone de 520.000 dosis listas para ser distribuidas.

Según los científicos británicos la vacuna ofrece protección a partir de 22 días después de la primera inyección y durante al menos tres meses.

Por este motivo, y para llegar a una población lo más amplia posible, las autoridades sanitarias inglesas decidieron espaciar considerablemente, hasta 12 semanas en lugar de las tres inicialmente previstas, la administración de las dos dosis necesarias.

Más de 21.000 personas estaban hospitalizadas con síntomas graves de Covid-19 en Inglaterra la semana pasada, superando los peores niveles registrados en la primera ola de la pandemia en abril.

Aunque Johnson sigue insistiendo en mantener su sistema de restricciones locales, ayer tuvo que admitir la necesidad de reconocer "el impacto de la nueva variante del virus".

El Congreso de Estados Unidos ratificó este jueves al demócrata Joe Biden como el ganador de las elecciones presidenciales, horas después de que violentos manifestantes irrumpieran en el Capitolio en un intento de revertir el resultado de los comicios, socavar la democracia del país y permitir que el republicano Donald Trump siguiera en la Casa Blanca.

El vicepresidente republicano Mike Pence certificó el voto de 306 grandes electores a favor del candidato demócrata, frente a los 232 logrados por Trump.

Luego del caos sembrado el miércoles por los partidarios del mandatario saliente durante horas hasta ser desalojados por la policía, los legisladores resolvieron continuar la noche del miércoles con el proceso de validación de las elecciones, en una muestra para el país y el mundo de su compromiso con la voluntad de los votantes y una transferencia pacífica del poder.

El proceso se realizó con la nación en alerta y la ciudad de Washington bajo un inusual toque de queda decretado tras los disturbios.

Trump, quien se ha negado a aceptar su derrota, dijo en un comunicado inmediatamente posterior a la votación que habrá una transición ordenada el día de la asunción de Biden, el 20 de enero.

"Aunque estoy totalmente en desacuerdo con el resultado de estas elecciones y los hechos me apoyan, habrá una transición en orden el 20 de enero", dijo en un comunicado, informó la agencia de noticias AFP. "Esto representa el fin de uno de los mejores primeros mandatos presidenciales y es solo el inicio de nuestra lucha para devolver a Estados Unidos su grandeza", agregó.

La ratificación llegó luego de una jornada con pocos precedentes en la historia política de Estados Unidos, con el Capitolio asediado por los partidarios de Trump y los legisladores buscando refugio bajo escritorios y protegidos con máscaras antigás mientras la policía trataba de erigir barricadas en torno al edifico del Congreso.

Una mujer murió tras recibir un disparo en el pecho dentro del Capitolio.

El presidente saliente envalentonó a sus seguidores horas antes de la violencia con un acto matutino fuera de la Casa Blanca donde los urgió a marchar hacia el Capitolio
La protesta fue convocada y alentada por el propio Trump, quien desde hace semanas lanza denuncias falsas sobre la transparencia de las elecciones del 3 de noviembre, en las que fue vencido por Biden.

La sesión ya era extraordinaria por el hecho de que varios legisladores republicanos estaban presentando objeciones a los resultados cuando el procedimiento tuvo que ser interrumpido por la irrupción violenta de los partidarios de Trump.

Tanto las protestas como las objeciones de legisladores republicanos constituyeron un desafío impensable a los principios democráticos y desnudaron las profundas divisiones en Estados Unidos, que se agravaron de manera dramática durante los cuatro años de Trump en la Casa Blanca.

El Congreso volvió a sesionar al caer la noche, en medio de condenas a las protestas de legisladores de ambos partidos y con la determinación de certificar el triunfo de Biden, así llevara toda la noche.

Pence reabrió el procedimiento en el Senado dirigiéndose directamente a los manifestantes: "Ustedes no ganaron", dijo.

El líder de los republicanos en el Senado, Mitch McConnell, dijo que la "insurrección fallida" dejó en evidencia el deber del Congreso de confirmar la victoria de Biden.

La presidenta de la Cámara de Representantes, la demócrata Nancy Pelosi, dijo que el Congreso debía mostrar al mundo "de qué está hecho Estados Unidos" y completar su trabajo de certificación.

El presidente saliente envalentonó a sus seguidores horas antes de la violencia con un acto matutino fuera de la Casa Blanca donde los urgió a marchar hacia el Capitolio.

A pedido de sus asesores y desde el Salón Oval de la Casa Blanca, Trump emitió un par de tuits y grabó un video en el que pedía a los manifestantes "ir a casa en paz", aunque también apoyaba su causa.

Horas después, Twitter bloqueó por primera vez su cuenta, le exigió que borrara tuits justificando la violencia y lo amenazó con una "suspensión permanente".

Con rostro sombrío, el presidente electo Biden dijo que la democracia del país estaba "bajo un asalto sin precedentes", un sentimiento del que se hicieron eco numerosos legisladores en el Congreso.

El expresidente republicano George W. Bush dijo que miró los disturbios por televisión "con incredulidad y consternación".

La mujer muerta era parte de la multitud que irrumpió en el Congreso y rompió una barricada que protegía una sala donde había policías armados, dijo la policía.

Fue baleada en el pecho por los agentes del Capitolio y llevada a un hospital donde falleció.

El Reino Unido se convirtió en el primer país en aprobar el uso de esta vacuna, que se está produciendo en la Argentina, donde comenzará a aplicarse a partir de marzo.

La agencia británica del medicamento (MHRA) aprobó hoy la vacuna contra el coronavirus desarrollada por el grupo británico AstraZeneca y la universidad de Oxford, con la que las autoridades esperan acelerar la campaña de vacunación lanzada a principios de diciembre.

"El gobierno aceptó hoy (miércoles) la recomendación de la Agencia de reglamentación de medicamentos y productos de salud (MHRA) de autorizar la utilización de la vacuna covid-19 de Oxford University/AstraZeneca", anunció un portavoz del Ministerio de Salud británico, informó la agencia de noticias AFP.

Con esta decisión el Reino Unido se convierte en el primer país en aprobar esta vacuna, menos cara y de más fácil distribución, que se producirá en la Argentina a través del laboratorio Maxbiance.

Esta aprobación "se produce tras rigurosos ensayos clínicos y un profundo análisis de los datos suministrados por los expertos de la MHRA, que concluyen que la vacuna responde a estrictas normas de seguridad, de calidad y de eficacia", agregó el portavoz en un comunicado.

Reino Unido ha encargado 100 millones de dosis de esta vacuna, pero de aquí a fines del año 2021 llegarán a 350 millones, según contratos suscritos con fabricantes ya desde la fase de los ensayos clínicos.

Ésta es la segunda vacuna aprobada por la MHRA, tras la de Pfizer/BioNTech, inoculada ya a más de 600.000 personas desde el 8 de diciembre, agregó AFP.

Reino Unido, uno de los países de Europa más afectados por la pandemia con más de 71.000 muertos, se enfrenta ahora a un aumento de contaminaciones atribuido a una variante del virus, que tendría según un estudio británico una capacidad de contagio superior en 50 a 74%.

Las autoridades suspendieron este miércoles la sesión de ambas cámaras en la que se debía certificar la victoria presidencial de Joe Biden.

Lo que debía ser un trámite para certificar la victoria presidencial del opositor Joe Biden se convirtió en la escena más temida a lo largo de los últimos años de Gobierno de Donald Trump: una capital sobrepasada por manifestantes nacionalistas que tomaron el Congreso triunfantes mientras los legisladores eran evacuados en medio de un caos que terminó con un muerto.

Las autoridades del Congreso de Estados Unidos cerraron el edificio y suspendieron la sesión de ambas cámaras en las que se debía certificar la victoria presidencial de Joe Biden, luego de que miles de simpatizantes del mandatario saliente Donald Trump rompieran el cerco de seguridad, tomaran las escalinatas y la entrada del Capitolio y hasta ingresaran a los recintos de las dos cámaras.

Desde hace semanas estaba claro que la jornada de este miércoles en Washington no sería tranquila. Un grupo importante de legisladores republicanos había anunciado que, en un acto poco común, objetarían a la certificación de los votos emitidos en el Colegio Electoral de los estados en donde Trump denunció fraude electoral y sufrió sucesivas derrotas en la Justicia.

No tenían los votos para aprobar esas objeciones, como requiere la ley; sin embargo, convirtieron a esa iniciativa en una última batalla antes del traspaso de mando el próximo 20 de enero.

La tensión hacia la tarde escaló a tal punto que el propio Trump presionó por Twitter a su vicepresidente y el hombre encargado de liderar la sesión conjunta de la certificación, Mike Pence.

"¡Hazlo Mike, es tiempo de tener un coraje extremo!", tuiteó Trump y su vicepresidente le respondió con un breve comunicado en el que explicó que no tenía "la autoridad unilateral" para rechazar los votos emitidos en diciembre por el Colegio Electoral.

Ante esa respuesta y cuando los republicanos aliados de Trump comenzaban a retrasar la sesión con la primera objeción a los resultados del estado de Arizona, Trump hizo una última arenga frente a los miles de simpatizantes que desde temprano se concentraban en el centro de la capital, sin tapabocas pese al nuevo pico de contagios y muertes por coronavirus que atraviesa el país.

La irrupción de los manifestantes sucedió mientras un grupo de legisladores republicanos aliados de Trump intentaban obstaculizar la certificación tradicional del voto del Colegio Electoral.

"Nunca nos rendiremos. Nunca aceptaremos" la derrota, "vamos a detener el robo", prometió el mandatario a exactamente dos semanas de tener que entregar el poder.

Y luego en Twitter pareció romper con su vicepresidente: "Mike Pence no tuvo el coraje de hacer lo que debería haberse hecho para proteger a nuestro país y nuestra Constitución".

En ese momento, comenzó el avance sobre los policías que protegen el Capitolio, la sede legislativa.

Primero fueron empujones, después forcejeos más fuertes y de repente la marea humana de manifestantes había tomado por completo las escalinatas del frente del Capitolio y cientos de personas irrumpían por puertas y ventanas al interior.

No está claro si hubo una orden de no reprimir -la Policía local informó solo 13 detenciones-, pero lo cierto es que las fuerzas de seguridad no reaccionaron una vez que los manifestantes entraron al Capitolio.

Trump sigue sin reconocer su derrota y alentó las protestas en contra de la certificación del triunfo demócrata.

Algunos disfrazados, otros con banderas y unos pocos con pancartas se pasearon libremente por pasillos, se sentaron con los pies en los escritorios de los legisladores más poderosos del país y hasta dejaron un papel con un mensaje amenazante a la presidenta de la cámara baja, la demócrata Nancy Pelosi: "No daremos un paso atrás".

Pese a que algunos agentes de seguridad los amenazaron con sus armas, una vez que los congresistas, senadores y el propio vicepresidente Pence fueron evacuados, los manifestantes llegaron a instalarse en el corazón del Congreso: los recintos de las dos cámaras, según mostró el canal de noticias CNN.

En el momento de mayor tensión, la intendenta de la capital, la demócrata Muriel Elizabeth Bowser decretó un toque de queda desde las 18 (las 20 en la Argentina) hasta las 6 de la mañana y luego se movilizó el FBI, la Guardia Nacional de Washington DC y del estado vecino de Virginia y todo tipo de fuerzas federales, algunas vestidas con equipo antidisturbios.

En un episodio poco claro, la Policía informó que una mujer recibió un disparo dentro del Capitolio en medio del caos y, aunque fue trasladada a un hospital, murió poco después, según informó a la prensa el vocero de la Policía local, Dustin Sternbeck.

Las protestas en el Capitolio

Al mismo tiempo que las sirenas de patrulleros inundaron las avenidas que desembocan en el Capitolio, las voces de dirigentes oficialistas y opositores, analistas y medios que pedían un freno político a la espiral de violencia se empezaron a acumular.

El primero que habló fue Biden en un mensaje en vivo a la nación.

"Llamo al presidente Trump a hablar por televisión nacional ahora mismo para que cumpla con su juramento y defienda la Constitución y exija el fin de este asedio" al Congreso, reclamó el líder opositor a dos semanas de asumir la Presidencia.

"Las escenas de caos en el Capitolio no reflejan a los Estados Unidos verdaderos, no representa quienes somos. Lo que estamos viendo es un número muy pequeño de extremistas cometiendo ilegalidades", agregó.

Apenas minutos después, Trump publicó un mensaje grabado en su Twitter. "Sé de su dolor, nos robaron una elección, fue una victoria arrasadora y todos lo saben, especialmente el otro bando. Pero tienen que irse a sus casas, tenemos que tener paz, tenemos que tener ley y orden, tenemos que respetar a nuestra gente de la ley y el orden, no queremos que nadie sea herido", aseguró el mandatario saliente.

Muy gradualmente y siempre sin ninguna reacción violenta por parte de las fuerzas de seguridad, los manifestantes empezaron a abandonar ordenadamente el Capitolio y, al caer la noche, la Policía y las fuerzas federales habían conseguido que la mayoría de los simpatizantes de Trump se fueran del predio de la sede del Congreso.

Aún no se sabe cuándo se reanudará la sesión conjunta del Congreso para certificar el resultado del Colegio Electoral y el triunfo presidencial de Biden, pero las autoridades del Capitolio ya anunciaron que el edificio fue asegurado y se recuperó el control.

Cuando la situación empezaba a calmarse un poco, Trump reapareció con un mensaje que pareció reivindicar lo que rivales y aliados han calificado como "insurrección", "turba", "terroristas", "criminales": "Estas son las cosas y los eventos que pasan cuando una victoria arrasadora es tan inescrupulosamente arrebatada de los grandes patriotas que han sido tratados tan mal e injustamente durante tanto tiempo. Vayan a sus casas con paz y amor. ¡Recuerden este día por siempre!"

Tras el inicio del toque de queda, múltiples concentraciones más pequeñas salpicaban el centro de Washington, rodeadas por un cordón policial, lo que pronosticaba una noche de tensión política para Washington y una transición de Gobierno cada vez más violenta y tensa para el país.

Cuando la situación empezaba a calmarse un poco, Trump reapareció con un mensaje que pareció reivindicar lo que rivales y aliados han calificado como "insurrección", "turba", "terroristas", "criminales": "Estas son las cosas y los eventos que pasan cuando una victoria arrasadora es tan inescrupulosamente arrebatada de los grandes patriotas que han sido tratados tan mal e injustamente durante tanto tiempo. Vayan a sus casas con paz y amor. ¡Recuerden este día por siempre!"

Ese mensaje le valió la suspensión en esa red social durante 12 horas y no evitó que, con el toque de queda ya en vigor y con miles de fuerzas de seguridad en las calles, el Congreso volviera esta misma noche a sesionar para continuar con el debate para certificar la victoria presidencial de Biden.

Ante lo que se anuncia como unas fiestas navideñas de pesadilla por las restricciones, el objetivo de la reunión de la UE es "una reapertura de fronteras coordinada", dijo una fuente diplomática europea.

Representantes de los países de la UE tienen previsto reunirse para acordar medidas unificadas para impedir que se propague la variante de coronavirus detectada en Reino Unido, que lo dejó prácticamente aislado del mundo y en peligro de desabastecimiento.

Ante lo que se anuncia como unas fiestas navideñas de pesadilla por las restricciones, el objetivo de la reunión de la UE es "una reapertura de fronteras coordinada", dijo una fuente diplomática europea.

La fuente agregó que lo que se busca es permitir los "regresos puntuales" de viajeros y camioneros bloqueados por las medidas adoptadas abruptamente desde el fin de semana, informó la agencia de noticias AFP.

Una treintena de países, desde India hasta Argentina, Paraguay o Guatemala, suspendieron los vuelos desde el Reino Unido. Y países como Francia también cerraron sus fronteras al comercio desde la isla.

La medida ha provocado un caos total en los puertos del sureste de Inglaterra, en particular en Dover, principal punto de salida del comercio británico.

Mientras, crece la preocupación sobre el abastecimiento de productos frescos, como frutas y verduras, en plena Navidad y a escasos días de que se consume la salida oficial del Reino Unido del mercado único europeo, el 31 de diciembre.

Sin embargo, el primer ministro británico Boris Johnson aseguró el lunes que esas medidas no alterarían las cadenas de suministro de Reino Unido, que calificó de "sólidas y robustas".

 

Fuente: Télam