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El próximo domingo 24 de marzo se atrasa 60 minutos la hora en todo el territorio paraguayo.

 

La Presidencia de la República de Paraguay recordó que éste fin de semana,  a partir del cuarto domingo del mes de marzo de cada año, la hora oficial se atrasa en 60 minutos; en tanto que el primer domingo del mes de octubre de cada año, se debe adelantar 60 minutos la hora oficial.

 

En el considerando se menciona que es objetivo del Gobierno fijar las variaciones horarias que se tienen que realizar con el cambio de las estaciones climáticas, atendiendo a que los habitantes administren con suficiente antelación las variaciones horarias. Destaca igualmente que el estudio elaborado por la Administración Nacional de Electricidad (ANDE) señala la importancia de que el consumo de energía eléctrica en el país por parte de la actividad comercial culmine en la medida de lo posible, coincidentemente con el final de la luz solar.

 

De esta manera, la disposición refiere “que este componente de la carga comercial no contribuya con el aumento de la demanda en el horario de punta de carga del Sistema Interconectado Nacional, por lo cual corresponde establecer pautas para determinar la hora oficial en el país”.

Cada día la cifra oficial de muertos crece. El paso del ciclón Idai por el sureste de África (Mozambique, Zimbabue y Malawi) arrasó territorios enteros de estos tres países. La zona más afectada fue la costa y el centro de Mozambique. Allí el número oficial de muertos asciende ya a más de 200, pero el lunes el presidente del país, Filipe Nyusi, dijo que la cifra podría superar los 1000. Las agencias de ayuda internacional califican las consecuencias de esta tormenta como el peor desastre que ha sufrido el sureste de África en dos décadas.

 

El ciclón Idai alcanzó vientos de 177 kilómetros por hora y llegó al litoral de Mozambique el jueves. La gran tormenta se desplazó luego a Zimbabue, donde los fuertes vientos y la lluvia torrencial dejaron 98 fallecidos (oficialmente), y Malaui (con al menos 150 muertos). Al menos 1,7 millones de personas se vieron afectadas por el paso del ciclón.

 

La cifra de víctimas mortales por el ciclón Idai, que ha azotado el sureste de África, podría elevarse a alrededor de 1.000 personas, según ha dicho este lunes el presidente de Mozambique, Filipe Nyusi, en la emisora estatal Radio Mocambique.

 

Fuentes: Euro News - Vnaguardia - redes sociales

 

Unos 80 establecimientos se han visto afectados, veinte de ellos víctimas de robos o conatos de incendio lo que ha llevado a los comerciantes de la célebre avenida a pedir una entrevista con el primer ministro francés.

 

Un ataque terrorista de extrema derecha emitido en directo en las redes sociales. Dos mezquitas de la ciudad de Christchurch, al este de la isla Sur, han sido el escenario de la matanza.

 

En el momento del ataque, en plena oración del viernes, estaban presentes entre 300 y 500 personas.

 

 

El relato de un testigo obtenido por euronews describe los momentos de pánico que se vivieron.

 

La masacre ha supuesto "uno de los días más oscuros de Nueva Zelanda", según la primera ministra Jacinda Ardern, que ha dado la primera estimación de víctimas mortales: 40 personas según el primer balance. Poco después la policía ha elevado a 49 el número de fallecidos.

 

"Esto solo puede ser descrito como un ataque terrorista", afirmó la primera ministra, Jacinta Ardern, acerca de los tiroteos en una comparecencia retransmitida en directo desde Wellington, en la Isla Norte.

 

Ardern informó de que cuatro personas fueron detenidas y tres permanecen bajo custodia policial, incluido un sospechoso nacido en Australia, mientras que todas las mezquitas del país permanecen cerradas por seguridad

 

FUENTE: EURO NEWS

La noche del 13 de marzo de 2013, el Papa Francisco salió al balcón de la Plaza de San Pedro y dirigió unas palabras a los miles de fieles presentes: “Saben que el deber del cónclave era dar un obispo a Roma. Parece que mis hermanos cardenales han ido a buscarlo casi al fin del mundo, pero estamos aquí”.

 

Esa fue la primera ocasión en la que Francisco pediría a los fieles que recen por él, una solicitud que realiza en cada encuentro que sostiene.