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Durante los últimos dos meses, centenares de miles de personas en Hong Kong han participado en multitudinarias manifestaciones antigubernamentales que se han convertido en las mayores protestas en la historia de China.

Desde el pasado lunes, la confrontación en esa región administrativa especial china alcanzó un nuevo nivel después de que la huelga general y las acciones de los manifestantes paralizaran el metro y el aeropuerto, mientras los enfrentamientos con la Policía se vuelven cada vez más violentos.

En las últimas semanas, el presidente de Brasil ha incrementado su retórica violenta y algunos analistas consideran que no es casualidad ni simple desborde.

Sin pelos en la lengua, desafiante, provocador. El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, lleva semanas 'disparando' a diestro y siniestro. "Yo soy así. No tengo estrategia", contestó a un periodista que le preguntó sobre el incremento de la violencia en su retórica. Pero esta batería incendiaria sí tiene un objetivo: monopolizar el debate político.

Desde que llegara a la presidencia, Donald Trump ha convertido el mundo en un gran campo de batalla donde quien se resiste recibe la metralla de sus malos modales, el bombardeo de sus amenazas y el desembarco de sus lacerantes, delirantes e irresponsables tuits. Hoy todavía humean los gobiernos de España, Francia, Alemania, Reino Unido, México o Guatemala, así como curtidos gestores de la OTAN o la ONU, escenarios que fueron arrasados por sus voces y malas formas, como si de un regimiento de caballería se tratara. Todos ellos cayeron a sus pies. Se rindieron antes que presentar batalla.

El dólar estadounidense se cotiza a más de 7 unidades de la moneda china, luego de que el Banco Central abandonara su último valor de referencia fijado en diciembre en respuesta a los impuestos del 10% anunciados por Donald Trump. Los inversores se vuelcan a los bonos del Tesoro de EEUU, el yen y el oro
La cotización del yuan chino caía este lunes hasta cotizarse por encima de las 7 unidades por dólar, un valor que no se veía desde 2008, en medio de la dañina guerra comercial entre China y Estados Unidos y una ola de rumores sobre la posible devaluación de la moneda para contrarrestar el aumento en los aranceles impuesto por el presidente Donald Trump.