Los expresidentes estadounidenses mostraron públicamente su voluntad de vacunarse contra el coronavirus para animar a sus conciudadanos a hacer lo propio.
Obama, de 59 años, dijo que tiene "total confianza" en las autoridades sanitarias del país, incluido el inmunólogo Anthony Fauci, una figura científica muy respetada en Estados Unidos, director del Instituto Nacional de Alergia y Enfermedades Infecciosas desde 1984.
"Si Anthony Fauci me dice que esta vacuna es segura y puede inmunizar contra la Covid-19, definitivamente la tomaré", dijo el exmandatario en una entrevista concedida a la radio en SiriusXM, que Youtube reprodujo parcialmente.
"Les prometo que cuando (la vacunación) se haga para personas que corren menos riesgos, la tomaré. Puede ser que termine haciéndolo en la televisión o que lo filmen, solo para que la gente sepa que confío en esta ciencia", explicó.
En tanto, un representante de Bush dijo más tarde a la cadena CNN que el expresidente republicano de 74 años también estaba dispuesto a promover las vacunas, administrándose la dosis "ante las cámaras".
También el portavoz de Bill Clinton, Ángel Ureña, dijo a la misma cadena de noticias que el expresidente demócrata, también de 74 años, sería vacunado públicamente "si eso anima a todos los estadounidenses a hacer lo propio".
El Gobierno estadounidense dijo ayer que para fines de febrero espera concluir la vacunación contra el coronavirus a 100 millones de personas o alrededor del 40% de los adultos del país.
En rueda de prensa, el el jefe de los científicos de la campaña del Gobierno para la producción de vacunas, Moncef Slaoui, dijo confiar en que la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) del país apruebe pronto el uso de alguna vacuna.
Hace dos días, el Centro para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos recomendó que el personal de atención médica y los residentes de geriátricos sean los primeros en la fila para cualquier vacuna que obtenga autorización de emergencia.
Estados Unidos es el país más afectado por la pandemia, con más de 13,9 millones de casos y más de 273.000 muertes.