Los comicios previstos para el 15 de noviembre ya registran un récord de 506.000 inscriptos para cargos de intendente, viceintendente y concejales en los 5.570 municipios del país.
Donald Trump Bolsonaro se llama oficialmente un aspirante a concejal en Brusque, en el estado de Santa Catarina, fronterizo con Misiones, y forma parte del contingente de centenares de candidatos para las elecciones municipales del 15 de noviembre que buscan atraer risueñamente al elector con nombres populares, incluidos los del actual presidente, el líder opositor Lula y hasta Barack Obama.
La campaña para las municipales que fueron postergadas por la pandemia ya comenzó con un récord de 506.000 inscriptos para cargos de intendente, viceintendente y concejales en los 5.570 municipios del principal socio comercial de la Argentina.
El foco político y con proyección para el escenario nacional está puesto en San Pablo, Río de Janeiro y otras grandes ciudades que puedan también usar los comicios como una suerte de plebiscito sobre la gestión de Bolsonaro en el Palacio del Planalto.
Joao Teles Santana se llama el político del ultraderechista Partido Social Liberal que hace dos elecciones no logra ser elegido en Brusque, comarca de inmigración alemana de Santa Catarina. Por eso, este año, para que la tercera sea la vencida, decidió inscribirse como Donald Trump Bolsonaro, se declaró negro en la ficha electoral e informó un patrimonio equivalente a unos 50.000 dólares.
Además, de las apuestas a los nombres propios, esta será la elección municipal con más mujeres y con más afrodescendientes de la historia, según los registros del Tribunal Superior Electoral (TSE).
Según la base de datos del TSE, 82 candidatos a concejales y 2 a alcaldes adoptaron "Bolsonaro" dentro de su nombre para intentar vincularse a la figura del jefe del Estado.
Si bien el mandatario anunció que no iba a tomar posición en la primera vuelta del pleito, sus candidatos ya están utilizando su figura para pasar al balotaje en San Pablo, la mayor ciudad del país y de Sudamérica, y Río de Janeiro.
Celso Russomano, que lidera en San Pablo, publicó fotos del fin de semana con el presidente y lo mismo hizo al lanzar sus fotos de campaña en internet el alcalde de Río, Marcelo Crivella, el pastor evangélico que busca la reelección con la bandera del gobierno nacional.
Entre los que declaran llamarse Bolsonaro está el segundo hijo del presidente, Carlos Bolsonaro, candidato a la reelección en su banca en la cámara municipal de Río. La exesposa del presidente, Rogeria, también es candidata y usará el apellido del actual mandatario.
En paralelo, el principal líder opositor del país, el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva (2003-2010) también es invocado por 76 candidatos a concejales y por dos a alcaldes.
La mayoría no es del Partido de los Trabajadores (PT) pero buscan aliar la figura al desempeño sobre todo en municipios pequeños alejados de las grandes ciudades.
En tanto, cuatro candidatos a concejales usarán el apellido del exjuez y exministro Sérgio Moro, el responsable por la condena y prisión de Lula que abandonó en abril el gobierno de Bolsonaro, al que se pasó a oponer desde otro sector de la derecha extrema.
Análisis político
En la elección municipal, se podrá ver en San Pablo si existe una nacionalización del voto: Bolsonaro puede llevarse una derrota política o un inédito control de la megametrópoli en la que nunca antes tuvo arraigo.
Russomano, diputado bolsonarista, domina las encuestas en San Pablo seguido por el actual intendente, Bruno Covas, del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), y Guilherme Boulos, del Partido Socialismo y Libertad (PSOL).
El PT de Lula por ahora se arriesga a sufrir la peor derrota de su historia en San Pablo, ciudad que gobernó tres veces, porque aún no ha despegado su candidato Jilmar Tatto, abandonado por las figuras más importantes que fueron con Boulos.
Según los analistas, el PT podría adoptar una nueva configuración si queda relegado en San Pablo o en otras ciudades grandes donde se mostraba competitivo desde la redemocratización.
El PT tiene al candidato a vice de la favorita a vencer Porto Alegre, la comunista Manuela Dávila, en la capital de Rio Grande do Sul, estado fronterizo con Misiones y Corrientes y con el Uruguay.