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La decisión fue tomada el último viernes por el mandatario Jair Bolsonaro y fue condenada por opositores y expertos médicos.

La Fiscalía brasileña dio un plazo de 72 horas para que el Ministerio de Salud dé explicaciones sobre por qué modificó la metodología de divulgación de datos sobre la pandemia del coronavirus, una decisión que tomó el viernes el mandatario Jair Bolsonaro y fue condenada por opositores y expertos médicos.

Además, seis capitales regionales de Brasil, que concentran el 45% de las más de 35.000 muertes por Covid-19 del país, comenzarán esta semana a relajar la cuarentena, lo que es visto por los expertos en políticas sanitarias como "una negligencia" en línea con la gestión de la pandemia que asumió el presidente Bolsonaro.

Las ciudades son San Pablo, Río de Janeiro, Fortaleza, Belém, Manaos y Recife, y todas exhiben curvas ascendentes de casos y muertes, según informó la agencia de noticias ANSA.

Sin embargo, las autoridades de estas capitales regionales argumentan que como la ocupación de las unidades de terapia intensiva ha disminuido, es posible iniciar la reapertura económica.

Esta criticada reapertura se suma a los cuestionamientos al gobierno federal por su decisión de dejar de publicar las cifras totales que está dejando Brasil, el segundo país con más casos en el mundo, solo detrás de Estados Unidos.

El proceso extrajudicial instaurado anoche por la Cámara de Derechos Sociales y Fiscalización de Actos Administrativos del Ministerio Público Federal, obligará al ministro interino de Salud, general Eduardo Pazuello, a presentar una explicación formal en un plazo de 72 horas a partir de su notificación, informó la agencia de noticias EFE.

Hasta ahora, el Ministerio de Salud no se pronunciado al respecto.

Con el argumento de evitar “subnotificaciones” e “inconsistencias” del reporte diario de los 27 estados de Brasil, el gobierno retrasó desde el viernes y por tres horas el informe de datos.

El sábado, Bolsonaro restringió la publicación de los datos consolidados de casos y muertes por coronavirus y llegó a ser excluido algunas horas del balance de a Universidad Johns Hopkins, un conteo global paralelo al de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Asimismo, el sitio del Ministerio de Salud destinado para la divulgación de los datos estuvo por fuera del aire casi 24 horas y cuando volvió a operar, el nuevo formato ya no tenía los datos completos y tampoco permitía descargar los archivos con más detalles del acumulado por regiones, estados y ciudades, como se podía hacer antes.

Inmediatamente opositores y expertos asociaron el retraso y la omisión de datos a la intención de Bolsonaro de evitar que la información saliera en el noticiero nocturno de la cadena Globo, la más poderosa del país, y en los matutinos, que cierran habitualmente sus ediciones impresas antes de las 22.00 horas.

El último boletín del Ministerio de Salud, que ya no entrega más datos consolidados del acumulado de muertes, de casos confirmados y recuperados, de contagios en análisis y de las curvas de tendencias, reportó que en las últimas 24 horas se presentaron en Brasil 904 decesos y 27.075 nuevos infectados, detalló EFE.

Sumadas las cifras del sábado a las que oficialmente fueron divulgadas desde el primer caso registrado en el país, el 26 de febrero en San Pablo, Brasil cuenta con 672.846 contagios y 35.930 muertes totales.