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El número de muertos por la epidemia de neumonía viral en China aumentó a 80, luego de que 24 personas murieran en la provincia de Hubei, epicentro del contagio.

En esta región se registraron 371 nuevos casos de coronavirus, lo que eleva el saldo de casos confirmados a más de 2300 en todo el país, según cifras oficiales.

Mientras tanto, el país asiático busca desarrollar una vacuna para combatir este germen que ya se convirtió en una preocupación internacional. «Comenzamos a trabajar después de lograr aislar con éxito la primera cepa del virus», explicó el científico Xu Wenbo, del Centro de Prevención y Control de Enfermedades.

La noticia llega en un momento en el que China está ampliando las medidas de prevención para evitar la propagación del virus, como el cierre de los accesos a la localidad suroriental de Shantou o la suspensión del servicios de los autobuses interprovinciales en Beijing, Tianjin, Xian y en la provincia de Shandong.

Entre los esfuerzos de prevención figura también la compra masiva de mascarillas, ya que se cree que la forma primaria de transmisión es a través de las vías respiratorias.

El director general de la Organización Mundial de la Salud, Tedros Adhanom Ghebreyesus, viajó hacia Pekín para brindar su apoyo. «Estamos trabajando sin parar para ayudar a China en este difícil momento, y mantenemos el contacto cercano con países afectados», expresó a través de su cuenta de Twitter.

Según el director general, con este viaje la OMS busca recopilar información sobre las últimas novedades en la lucha contra la epidemia y «fortalecer nuestra asociación con China para dar mayor protección contra este brote».

Por otra parte, el Departamento de Estado norteamericano indicó que contratará vuelos de Wuhan a San Francisco para su personal consular y otros ciudadanos estadounidenses de la ciudad. En tanto, las autoridades de París cancelaron como medida preventiva la celebración del Año Nuevo chino en esa ciudad, donde están internados dos de los tres pacientes afectados en Francia por el coronavirus. Y anunciaron que les ofrecerán a sus ciudadanos instalados en Wuhan la posibilidad de repatriarse.

La preocupación por el brote alcanzó al papa Francisco, que expresó hoy su solidaridad y cercanía a las personas afectadas. «Deseo permanecer cercano y rezar por las personas enfermas por el virus que se ha difundido por China», aseguró con un mensaje pronunciado al finalizar el rezo del Ángelus este domingo en la Plaza de San Pedro del Vaticano.