Una fuerte explosión registrada en una planta de sustancias químicas en el oriente de China con un largo historial de violaciones a las medidas de seguridad dejó al menos 64 muertos y 640 heridos, entre ellos 90 de gravedad y 21 en estado crítico.
El estallido es uno de los peores accidentes industriales del país en los últimos años. La televisión estatal mostró autos destrozados, ventanas quebradas y trabajadores ensangrentados saliendo de la fábrica.
Las escuelas y guarderías de la zona cerraron y se procedió a la evacuación de unas 3.000 personas mientras las autoridades analizan la calidad del aire y el agua.
El hecho, que ocurrió el jueves en un parque industrial de la ciudad de Yancheng, al norte de Shanghái, dejó decenas de trabajadores atrapados después de que algunos edificios se derrumbaran a causa de la onda expansiva.
Las imágenes divulgadas por los medios locales mostraron en un primer momento una gran columna de humo como resultado de la explosión mientras que otro vídeo publicado muestra cómo la fábrica, o un edificio cercano, salta por los aires y decenas de personas que estaban en los alrededores escapan ensangrentadas.
Los accidentes son frecuentes en el sector industrial chino, pero éste es uno de los peores registrados en los últimos cuatro años años.
El pasado 28 de noviembre 22 personas murieron y otras 22 resultaron heridas en una explosión ocurrida cerca de una planta química en la ciudad de Zhangjiakou, a un centenar de kilómetros al noroeste de Pekín.
En 2015, la ciudad norteña de Tianjin fue protagonista de uno de los incidentes más trágicos, en el que murieron al menos 170 personas tras una explosión en una terminal de contenedores del puerto de la urbe.