Este 3 de diciembre, la sonda espacial robótica OSIRIS-REx de la NASA llega hasta el asteroide Bennu, de casi 500 metros de diámetro. Este objeto viaja alrededor del Sol a una velocidad de más de 100.000 km/h y podría impactar contra la Tierra el 21 de septiembre del 2135, destruyéndola parcialmente.
La OSIRIS-REx —acrónimo de varios de los instrumentos que lleva la nave— partió el pasado 9 de septiembre de 2016 desde Cabo Cañaveral, en el Estado de Florida y tardó dos años en llegar a su objetivo. Sin embargo, aclaran los especialistas, su misión no será destruir a la inmensa roca, pese a que, si llegase a golpear al planeta generaría un gran destrucción. Su única misión, de hecho, será la de investigar el asteroide.
La nave de la agencia espacial aterriza en Bennu, donde tomará muestras del asteroide para traerlas de vuelta a la Tierra. Según un comunicado en el sitio web de la NASA, la misión de la sonda durará aproximadamente un año y medio.
¿Qué tiene de particular Bennu y cómo podría colisionar con la Tierra? Rico en carbono y con una anchura de 500 metros, Bennu fue descubierto el 11 de septiembre de 1999 por el proyecto LINEAR (Lincoln Near Earth Asteroid Research).
#WelcomeToBennu! After two years of travel – and more than a decade of planning and work by my team – I’m here. But Arrival is just the beginning… https://t.co/0bQPUwqUCp
— NASA's OSIRIS-REx (@OSIRISREx) 3 de diciembre de 2018
Credit: NASA/Goddard/University of Arizona pic.twitter.com/VyPG3gRRdw
Su órbita y la de la Tierra se cruzan cada seis años, aproximándose entre sí hasta unos 300.000 kilómetros. Por esta razón, los científicos estiman que existe una probabilidad de que Bennu choque contra la Tierra. El impacto del cuerpo celeste con nuestro planeta sería lo suficientemente potente como destruirla parcialmente.