En otro partido histórico, de película, Novak Djokovic llegó a la gran final en Wimbledon. El dueño de tres títulos en La Catedral (cinco finales), pasó a su 22ª definición de Grand Slam y Nº100 de su carrera.
El serbio, que suspendió con ventaja de 2-1 en sets sobre Rafael Nadal debido al horario nocturno en Londres en la jornada de viernes, le ganó 6-4, 3-6, 7-6 (11-9), 3-6 y 10-8 en cinco horas y 21 minutos de juego.
El duelo más repetido de la Era Abierta, dejó el 52º encuentro para "Nole" con ventaja de 27-25 que lo deposita en su primera final desde el US Open 2016 y encima se coloca a un paso del Top 10.
Contando este Wimbledon, entre Djokovic, Federer y Nadal siempre hubo por lo menos uno de ellos en la final en 52 de los últimos 54 Grand Slam, desde Roland Garros 2005. Las excepciones: Cilic a Nishikori en el Abierto de EEUU 2014 y Murray a Raonic en Wimbledon 2016.
El que sudó mucho para lograr su segundo ticket a una final Major fue Anderson. El sudafricano, Nº8 del mundo, se impuso a Isner (10º) en 6 horas y 36 minutos por 7-6 (6), 6-7 (5), 6-7 (9), 6-4 y 26-24. Fue la semifinal más extensa en los Grand Slam y el segundo partido más largo de Wimbledon.
El más prolongado en este certamen ocurrió en 2010, también con Isner en la cancha. Esa vez, la acción duró tres días y el estadounidense venció aquella vez en primera ronda al francés Nicolas Mahut por 6-4, 3-6, 6-7 (7), 7-6 (3) y 70-68 en 11 horas y 5 minutos. Nunca hubo un choque de tenis más largo que ese.
Djokovic buscará su Grand Slam número 13 y Anderson su primero. El césped está gastado pero está preparado para su última "batalla".