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Luego de ganar tres Champions consecutivas, el entrenador francés le dijo que no a su continuidad en la Casa Blanca. ¿Por qué?

Zinedine Zidane hace historia sin pretenderlo, con la parsimonia que le pone a cada palabra. Como si a cada paso que da un hito lo habitara. Es el futbolista que lideró a Francia a su único título mundial, como futbolista estelar, hace dos décadas. El mismo que después, con los presuntos retazos de su talento, brindó destellos para jugar otra final universal, la de Alemania 2006, ante Italia. Fue mago al picarla y fue demonio al cabecear al rival -Marco Materazzi- que había insultado a su origen y a su familia. Ya como entrenador, desde las sombras, pasó de segundón a señor del vestuario bravo del Real Madrid. Ganó todo lo que se podía en el ámbito internacional, tres Champions League sucesivas incluidas. También fue vencedor en el territorio local.

El árbitro misionero fue homenajeado en el club Brown a través de una organización familiar a modo de despedida de Misiones antes de su partida al mundial de Rusia que será en algunas semanas.
 
El nacido en Corpus se mostró muy emocionado y respecto a la posibilidad de dejar el referato una vez que concluya su participación mundialista, la segunda consecutiva, dijo que analizará con la familia si seguirá o no.