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"La Pulga" ya descansa en la ciudad catalana. Su futuro en el conjunto nacional es una incógnita
Lionel Messi llegó este domingo a Barcelona tras la gran desilusión que significó quedar eliminado del Mundial de Rusia 2018 con la selección argentina. El capitán del elenco nacional fue uno de los 11 jugadores que abandonaron la concentración en Bronnitsy pocas horas después de la derrota por 4-3 ante Francia en los octavos de final de la Copa.

El vuelo de "La Pulga" aterrizó en la ciudad catalana y al rosarino se lo vio con un gesto serio y preocupado. Vestido con la indumentaria oficial de la selección argentina, Messi abandonó el aeropuerto en una camioneta negra y sin hacer declaraciones ante la prensa.
El rostro del delantero del Barcelona decía todo: aún no ha podido digerir el duro golpe que significó quedar afuera del cuarto Mundial de su carrera. La molestia se hizo evidente en el futbolista que disputó los cuatro partidos del elenco de Jorge Sampaoli y que no pudo encontrar su mejor forma. Solo convirtió un gol (ante Nigeria) y erró un penal (ante Islandia).

Lo que viene en la carrera de Messi es el inicio de la pretemporada con el Barcelona. Antes, seguramente se tomará un descanso y unas vacaciones junto a su familia.

El rosarino, que cumplió 31 años durante su estadía en Rusia, aún no se manifestó respecto de su futuro en la Selección. Su palabra es la más esperada para saber si seguirá jugando en el elenco nacional o si decidirá dar un paso al costado, como ya lo hizo luego de perder la final de la Copa América de Estados Unidos 2016.