Se trata del becario del paleontólogo obereño Matias Motta, del Laboratorio de Anatomía Comparada y Evolución de los Vertebrados del Museo Argentino de Ciencias Naturales (LACEV-MACN-CONICET), quién indicó que “esta nueva especie, a la que denominamos Overoraptor chimentoi, es un nuevo integrante dentro el grupo de dinosaurios carnívoros denominados paravianos”.
Paleontólogos argentinos presentaron una nueva especie de dinosaurio de 90 millones de años de antigüedad que tenía patas semejantes a un raptor y alas en la parte superior de su cuerpo, por lo que su hallazgo aporta información para comprender cómo evolucionaron y surgieron las aves.
El hallazgo de este dinosaurio emparentado con las aves se produjo días atrás al sur del embalse Ezequiel Ramos Mexía, en la provincia de Río Negro. Se trata de un animal pequeño y ágil que no superaba el metro y medio de longitud.
Si bien no podía volar, este dinosaurio podía efectuar movimientos semejantes a los que realizan las aves modernas durante el vuelo y habría usado las alas para equilibrarse en los momentos en que corría, por ejemplo, para atacar a sus presas.
“Este animal poseía una garra muy afilada en el dedo índice de su pie, la cual seguramente le servía para atacar a sus presas, y tenía una pata alargada y grácil, lo que indica que era un animal corredor”, comentó el paleontólogo oriindo de la tierra colorada, autor principal del estudio publicado en la revista The Science of Nature.
“Los primeros restos de este dinosaurio habían sido encontrados en 2013 en una breve expedición que realizaron el Dr. Fernando Novas y el Técnico Marcelo Isasi (MACN - CONICET) junto con otros colegas a esta localidad que está al noroeste de la provincia, al sur del embalse Ezequiel Ramos Mexía. Ellos pudieron rescatar unas garras y huesos de la mano de este dinosaurio”, relata el explorador.
Luego, los descubrimientos en la expedición liderada por Motta cinco años más tarde, que recibieron el apoyo de National Geographic Society, permitieron identificar otras partes del esqueleto incluyendo vértebras, elementos de las cinturas escapular y pélvica, huesos del ala y de las patas. Con estas nuevas piezas, los investigadores pudieron revelar rasgos anatómicos únicos en comparación con otros raptores.
El Overoraptor chimentoi recibe su nombre del término “overo” (por la particularidad de sus huesos, que fueron conservados en un patrón de color blanco y negro) y “chimentoi” en honor al Dr. Nicolás Chimento, quién fuese el descubridor de los primeros fósiles de esta especie.
Las partes halladas aportan nuevos datos sobre cómo evolucionaron las aves a partir de este grupo de dinosaurios. El doctor Fernando Novas, jefe del LACEV-MACN, explicó que “las aves no son más que dinosaurios emplumados que viven hoy, comparten el planeta Tierra con nosotros y tuvieron origen en dinosaurios con aspecto de velocirraptores”.
Previamente, se habían hallado dinosaurios que marcaban esta transición hacia las aves. “Se conocían formas pequeñas, como el Buitreraptor, hallado en otro yacimiento de Río Negro; otras especies de tamaño intermedio como el Unenlagia, de masa corporal semejante a la de un ñandú; y formas mucho más grandes y peligrosas como el Austroraptor, el cual tenía aproximadamente cinco metros de largo”, describió el paleontólogo Novas.
Hasta el hallazgo de esta nueva especie, todos los dinosaurios carnívoros que se conocían de la Patagonia con aspecto de aves pertenecían al grupo de los unenlágidos, los cuales eran ágiles y caminaban en las patas traseras. Estas especies, tenían una garra recurvada en el dedo índice del pie, puntiaguda, de pequeño tamaño, que seguramente era de ayuda para estos carnívoros al momento de atrapar a sus presas.
“Al contrario de lo que asumimos en un comienzo, el Overoraptor no es integrante de esta familia de los unenlágidos, sino de otro grupo que incluye a una especie de Madagascar llamada Rahonavis”, precisó Novas. Y agregó: “Ahora, sabemos que los continentes australes estuvieron habitados por variados paravianos, incluyendo a los unenlágidos y los ‘overoraptores’; esto habla de una gran diversidad de formas que apenas estamos empezando a conocer”.
Una vez concluido el estudio, los restos de este dinosaurio serán resguardados en el Museo Provincial Carlos Ameghino de Cipolletti. Con este hallazgo, la Patagonia argentina aporta un nuevo representante de estos dinosaurios muy cercanamente emparentado con las aves. Ambas expediciones en las que se encontraron sus restos fósiles, efectuadas en 2013 y 2018, contaron con el apoyo de la Secretaría de Cultura de Río Negro, como así también de la empresa SIMA Ingeniería y la familia Violante.
Un raptor con rasgos de ave
Por el estudio anatómico, Motta puede indicar que se trataba de un animal pequeño (de 1,5 metros de largo, aproximadamente) con brazos y patas largas. “Presenta miembros súper alargados y gráciles, son muy frágiles los huesos de este dinosaurio. Y muestra características, en su miembro posterior, muy similares a las de animales corredores”, aclara el explorador, quien agrega que se trataría de uno muy veloz. Además, como sus parientes los unenlágidos, sus patas aportaban una gran garra curvada y filosa en el segundo dedo.
Sin embargo, estudiando la anatomía del brazo, el equipo de investigadores distinguió que sus huesos tenían características muy similares a las de las aves que no tienen otros dinosaurios raptores. “Este es un raptor, pero está muy emparentado con las aves”, afirmó Motta.
Orgullo misionero
El diputado provincial y vicepresidente de la Cámara de Representantes, Hugo Passalacqua, felicitó a su coterráneo a través de su cuenta de twitter y celebró el hallazgo como "uno de los descubrimientos más importantes de los últimos tiempos".