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Luego de varios dias de largas filas y un promedio de diez horas para llegar a la cabecera Argentina, hoy el movimiento es casi nulo.

El movimiento en el viaducto que une a Posadas con Encarnación, Paraguay, comenzó a tener mayor afluencia el pasado jueves y se fue intensificando con el pasar de los días. Incluso, entre el sábado y ayer algunos llegaron a esperar nueve horas para cruzar la frontera y la hilera de autos alcanzó los 10 kilómetros.
 
Mientras, quienes optaron por utilizar el servicio de colectivo tardaron por los menos tres horas para  cruzar en la jornada de ayer.
 
En su mayoría se trata de paraguayos que arriban desde varios puntos del país, entre ellos Buenos Aires, Santa Fe y Chaco, para pasar las fiestas con sus familiares.