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Falleció el niño de 12 años que se disparó en la cabeza frente a sus padres

Tras haber peleado por su vida desde el domingo en el Hospital Pediátrico de Posadas, este martes por la mañana falleció el niño de 12 años que se disparó en la cabeza con el arma reglamentaria de su padre, el sargento de la policía de Misiones, Jonatan Espínola, quien trabaja hace más de diez años en la fuerza.
Rodrigo permaneció internado en grave estado luego ser intervenido quirúgicamente hasta que lamentablemente su cuerpo dijo basta.


Cabe recordar que el hecho ocurrió en una habitación de la vivienda que el niño compartía con sus padres, en el barrio Cocomarola Oeste. Desde la familia aseguraron que el pequeño sufría bullying en su escuela y que en los últimos días se encontraba depresivo por haber desaprobado en un exámen de ingreso en otro colegio.Una vez conocido el hecho, lo primero que hicieron los efectivos de la seccional decimoprimera fue preservar la escena para las pericias de rigor. Tanto el sargento como su mujer aseguraron que el arma estaba guardada en un cajón, sin el cargador.
La Policía Científica incautó la pistola 9 milímetros reglamentaria perteneciente el funcionario público, así como también una vaina servida y once cartuchos sin percutar. También se hicieron pruebas de parafina, que si bien no son concluyentes, dieron negativa a sus progenitores.Se aguarda que en las próximas horas declaren los padres ante la Justicia con el objetivo de dar su versión fehaciente de lo sucedido con su hijo.

Falleció el niño de 12 años que se disparó en la cabeza frente a sus padres

Tras haber peleado por su vida desde el domingo en el Hospital Pediátrico de Posadas, este martes por la mañana falleció el niño de 12 años que se disparó en la cabeza con el arma reglamentaria de su padre, el sargento de la policía de Misiones, Jonatan Espínola, quien trabaja hace más de diez años en la fuerza.
Rodrigo permaneció internado en grave estado luego ser intervenido quirúgicamente hasta que lamentablemente su cuerpo dijo basta.


Cabe recordar que el hecho ocurrió en una habitación de la vivienda que el niño compartía con sus padres, en el barrio Cocomarola Oeste. Desde la familia aseguraron que el pequeño sufría bullying en su escuela y que en los últimos días se encontraba depresivo por haber desaprobado en un exámen de ingreso en otro colegio.Una vez conocido el hecho, lo primero que hicieron los efectivos de la seccional decimoprimera fue preservar la escena para las pericias de rigor. Tanto el sargento como su mujer aseguraron que el arma estaba guardada en un cajón, sin el cargador.
La Policía Científica incautó la pistola 9 milímetros reglamentaria perteneciente el funcionario público, así como también una vaina servida y once cartuchos sin percutar. También se hicieron pruebas de parafina, que si bien no son concluyentes, dieron negativa a sus progenitores.Se aguarda que en las próximas horas declaren los padres ante la Justicia con el objetivo de dar su versión fehaciente de lo sucedido con su hijo.