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Brasil, el segundo país más afectado en el mundo por la pandemia del nuevo coronavirus después de Estados Unidos, registró en las últimas 24 horas, 23.529 nuevos casos confirmados y 716 muertes por el COVID-19, según divulgó este domingo el Ministerio de Salud.

En su más reciente boletín epidemiológico diario, el Gobierno informó que el total de contagiados ascendió a 2.098.389 personas, mientras que el número de fallecidos se elevó a 79.488 decesos.

Por segundo día consecutivo el número de muertes estuvo por debajo de los 1.000, aunque los fines de semana suele presentarse una relativa reducción porque muchos municipios solo notifican los óbitos y los nuevos contagios a las secretarías regionales de Salud hasta el lunes siguiente.

Brasil, que continúa como uno de los epicentros mundiales de la pandemia, registraba el domingo una tasa de mortalidad 37,8 decesos y una incidencia de 998,5 personas contagiadas por cada 100.000 habitantes, promedios levemente superiores a los del día anterior.

Las datos también muestran que hasta este sábado se han recuperado 1.371.229 pacientes del nuevo coronavirus, lo que supone el 65,3 % del total de infectados en el país de 210 millones de habitantes.

Otros 647.672 pacientes, incluido el presidente de la República, Jair Bolsonaro, se encuentran en acompañamiento médico después de haber dado positivo en las pruebas clínicas.

Los estados de Sao Paulo (415.049 casos confirmados y 19.732 muertes), Río de Janeiro (138.524 y 12.114) -ambos en la región Sudeste- y Ceará (146.972 y 7.178), en la del Nordeste, se mantienen como los más afectados por el patógeno, que comienza a desplazarse hacia las ciudades del interior y para el sur y el centro-oeste.

Ceará, con solo cinco muertes entre sábado y domingo, comenzó a bajar en los últimos días su índice de mortalidad, que aún sigue siendo el más alto del país con el 78,6 por cada 100.000 habitantes y dobla el promedio nacional.

Este lunes comienza a ser probada en 9.000 voluntarios, de más de un millón de candidatos, la vacuna china contra el coronavirus en Sao Paulo, en un acuerdo entre el laboratorio del país asiático Sinovac y el estatal Instituto Butantan, principal centro referente inmunológico del país.

El país gobernado por Jair Bolsonaro es el segundo en el mundo tanto en el número de contagios como de decesos, detrás de Estados Unidos. En las últimas horas se registraron 45.403 nuevos casos, la cifra más alta de julio.

Brasil superó este jueves los 2.000.000 de casos de coronavirus y las 76.000 muertes, en otra jornada negra que confirma al gigante sudamericano como uno de los epicentros globales de la pandemia y como el segundo país en el mundo con más contagios después de Estados Unidos.

De acuerdo al último balance del Ministerio de Salud, 1.322 personas murieron en las últimas 24 horas, elevando la cifra de decesos a 76.688. De hecho, fue el día con más muertes en lo que va de julio y se registraron 45.403 nuevos casos, que empujaron a 2.012.151 la cantidad de enfermos con coronavirus.

En este contexto, científicos brasileños trazaron un panorama desolador con algunas proyecciones de hasta 200.000 muertos en el país por coronavirus a raíz de la falta de distanciamiento social y la posibilidad de que la pandemia mantenga su ritmo mortal hasta 2021, de acuerdo con un informe académico revelado hoy en San Pablo.

Si bien en algunos lugares como la ciudad de San Pablo, la mayor urbe latinoamericana, se redujo la mortalidad a niveles de mayo, al menos 10 estados presentaron aumentos en los decesos, en una situación fuera de coordinación desde el inicio de la pandemia, con el presidente Jair Bolsonaro, hoy contagiado y negando los efectos devastadores de la pandemia, a pesar de que hoy dio positivo por segunda vez.

Pero el estado de San Pablo es a la vez el que más casos registra, con 402.048 y 19.038 fallecidos. Le sigue Río de Janeiro, con 134.573 positivos y 11.849 muertes, y Ceará, con 144.000 casos y 7.127 decesos.

 

La opinión de especialistas

“No tengo dudas de que en menos de un mes tendremos 100.000 muertos y podría llegar tranquilamente a los 200.000 en el país”, dijo el matemático Eduardo Massad, profesor de la Escuela de Matemática Aplicada de la universidad Fundación Getulio Vargas.

Para Massad, el riesgo del retorno a las clases presenciales podría ser un “genocidio”, según una videoconferencia en la que participó organizada por la estatal Fundación de Amparo a la Pesquisa del Estado de Sao Paulo (Fapesp), que divulgó el contenido del debate.

Tan pesimista fue también uno de los hombres clave del estado de San Pablo en la investigación científica, Dimas Covas, director del estatal Instituto Butantan, que la semana que viene va a iniciar los ensayos de la vacuna del laboratorio chino Sinovac Biotech en 9.000 brasileños.

Varias regiones de San Pablo reabrieron actividades en una cuarentena flexibilizada: a partir de julio hay shoppings abiertos y por cinco horas al mediodía y a la tarde bares y restaurantes.
“Si bien muchos tienen la falsa sensación de que estamos en un momento de inflexión de la curva epidémica, la realidad es que el número de nuevos casos debe aumentar hasta octubre y la caída a partir de noviembre”, afirmó Dimas Covas, habitual colaborador del gobernador Joao Doria, aunque crítico con la reapertura.
Covas dijo que esto se debe a que no hubo lockdown (cerrar todo) y que la cuarentena la cumple entre el 45% y el 50% de la población.

Massad dijo que se habla de estabilidad de muertes pero en una “meseta elevada”. “Esta meseta es reconocer el fracaso de la política de contención”, afirmó, según el documento de la Fapesp, que reúne informaciones científicas del mundo académico de las universidades públicas paulistas.

Massad explico que el número de contagios en menores de cinco años puede llegar a 17 mil si las escuelas fueran reabiertas en agosto, tras las vacaciones de invierno, que en Brasil duran todo julio.
“Tenemos unos 500.000 niños circulando con el virus en el país y si las escuelas abren, incluso con barbijo y distanciamiento, serían 17.000 nuevas infecciones apenas el primer día de clases, con 38 muertes, y ese número se duplicará en 10 días. Abrir ahora sería genocidio”, subrayó.

A su turno, para Paulo Inácio Prado, profesor de Ciencias Biológicas de la Universidad de San Pablo (USP) e integrante del Observatorio Covid-19, la teoría de esperar a que la inmunidad colectiva (o de rebaño) es una “declaración de fracaso” de la ciencia delante de tantos muertos.
“Es dejar a la naturaleza ocuparse de algo que la civilización históricamente cuidó. La ciencia de la epidemiología nació de la necesidad de encontrar mejores soluciones y tenemos condiciones de tener mejores soluciones”, apuntó Prado.

Prado y Massad coincidieron en que lo ideal ahora, sin posibilidades de aislamiento social, sería mantener en 50% el nivel de apoyo al confinamiento hogareño hasta la llegada de una vacuna.

En Río de Janeiro, Bahía y San Pablo las autoridades han dicho que no habrá fiestas de Fin de Año ni Carnaval hasta no tener la vacuna.

"Preservamos vidas y trabajos sin propagar el pánico, lo que también conduce a la depresión y la muerte", escribió el presidente brasileño este miércoles en su cuenta de Twitter.

El presidente Jair Bolsonaro afirmó este miércoles que ningún otro país del mundo preservó la vida y los empleos como Brasil durante la pandemia, aunque cerca de 68.000 personas murieron por coronavirus y más de 1,7 millones lo contrajeron, incluido el propio mandatario.

"Ningún país del mundo ha hecho como Brasil. Preservamos vidas y trabajos sin propagar el pánico, lo que también conduce a la depresión y la muerte", escribió Bolsonaro en Twitter, un día después de anunciar que contrajo el virus, al que en el inicio de la pandemia calificó de "gripecita".

Mientras tanto, las autoridades confirmaron esta noche 44.571 contagios en las últimas 24 horas, lo que lleva el total a más de 1,7 millones, y 1.223 muertos, para un total de 67.964, aunque otros 4.105 decesos están bajo investigación.

Brasil es el segundo país del mundo con más decesos y casos confirmados, tan solo por detrás de EE.UU, que hoy superó los 3.000.000 de contagios, y continúa posicionándose como uno de los focos globales de la pandemia y el principal epicentro en Latinoamérica.

El mandatario ultraconservador, de 65 años, que desde ayer gobierna aislado en el Palacio de la Alvorada, su residencia oficial en Brasilia, mantuvo hoy su agenda mediante videoconferencias con algunos de sus ministros, informó la agencia EFE.

Bolsonaro es uno de los pocos líderes mundiales que considera que el nuevo coronavirus es un peligro sólo para la población mayor de 65 años o para quienes tienen enfermedades de riesgo, por lo que siempre cuestionó las medidas de confinamiento social que, según él, impiden que la gente pueda salir a "ganarse el pan" y que "Brasil salga adelante".

En ese sentido, el gobernador de San Pablo, Joao Doria, anunció hoy en conferencia de prensa su decisión de retomar el campeonato regional de fútbol a partir del 22 de julio, paralizado el 16 de marzo por la pandemia.

San Pablo, el estado más populoso del país con sus 46 millones de habitantes, es el más afectado con 332.000 infectados y 16.475 muertos, en un país con un total de más de 66.500 decesos y casi 1,7 millones de contagiados, de acuerdo con datos del Ministerio de Salud.

La decisión de retomar el fútbol fue aprobada de forma conjunta por el Centro de Contención al coronavirus y la Federación Paulista de Fútbol, con la distinción de que los partidos se jueguen solo en las ciudades que se encuentren en la llamada "fase amarilla" del estado, indicó la agencia de noticias EFE.

Asimismo, se jugarán a puertas cerradas, sin público y bajo un estricto protocolo sanitario que prevé la participación de menos de 200 personas en cada partido, la división de los estadios por zonas de seguridad y el confinamiento de los equipos en lugares previamente determinados para el control de los profesionales involucrados en los encuentros.

En tanto, el país está expectante de la salud de Bolsonaro, quien el lunes pasado se sometió a otra prueba diagnóstica del nuevo coronavirus, la cuarta desde que comenzó la crisis sanitaria y cuyo resultado dio positivo.

Al igual que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se automedica con hidroxicloroquina, una medicina cuya eficacia contra el coronavirus no ha sido probada científicamente y que tiene graves efectos secundarios, pero asegura sentirse bien de salud.

Fiel a su negacionismo, hoy mismo vetó 14 artículos de una ley aprobada por el Parlamento para contener la expansión de la pandemia entre los indígenas, que por sus precarias redes sanitarias son uno de los focos de preocupación en Brasil.

Entre los puntos vetados, que según el Gobierno creaban pesados compromisos presupuestarios sin determinar su impacto fiscal, uno obligaba al Estado a garantizar el acceso de los indígenas "al agua potable" y otro establecía la "distribución gratuita de materiales de higiene, limpieza y desinfección en las aldeas".

Sin embargo, casi al mismo tiempo, un juez del Supremo determinó que el Gobierno deberá, en un plazo de diez días, "elaborar un plan y crear barreras sanitarias en las tierras indígenas", en las que hay unos 12.000 contagios y cerca de 450 muertos.

El terremoto de magnitud 7,5 que sacudió este martes con fuerza el centro y sur de México ha dejado al menos cuatro muertos en el sureño estado de Oaxaca, epicentro del movimiento telúrico que activó la alerta sísmica en la capital del país.

Según el reporte más reciente de Protección Civil, el terremoto dejó también cuatro heridos, dos en Oaxaca y otros dos en la Ciudad de México.

EFE

 

 

La pandemia de coronavirus obliga a la mayoría de los países a informar diariamente el registro de infectados y fallecidos, por lo que el ministro de Salud de Paraguay, Julio Mazzoleni, confirmó cinco nuevos casos de Covid-19. Este miércoles la cifra aumentó a 1.308, conforme al resultado de las 1.200 realizadas en las últimas 24 horas.

El titular de la cartera sanitaria precisó, además, que la cantidad de internados es de nueve, uno de ellos en Terapia Intensiva. En cuanto a los recuperados, en la fecha se suman 12, con lo que el total de altas es de 711.

Por otra parte, el número de decesos a causa del coronavirus elevó a 13 este martes, luego de que se confirmara la muerte de un hombre de 71 años en la ciudad de Concepción. Con este caso, en solo 24 horas se reportaron dos muertes en total.

La pandemia de coronavirus obliga a la mayoría de los países a informar diariamente el registro de infectados y fallecidos, por lo que el ministro de Salud de Paraguay, Julio Mazzoleni, confirmó cinco nuevos casos de Covid-19. Este miércoles la cifra aumentó a 1.308, conforme al resultado de las 1.200 realizadas en las últimas 24 horas.

El titular de la cartera sanitaria precisó, además, que la cantidad de internados es de nueve, uno de ellos en Terapia Intensiva. En cuanto a los recuperados, en la fecha se suman 12, con lo que el total de altas es de 711.

Por otra parte, el número de decesos a causa del coronavirus elevó a 13 este martes, luego de que se confirmara la muerte de un hombre de 71 años en la ciudad de Concepción. Con este caso, en solo 24 horas se reportaron dos muertes en total.

Si bien la Fase 3 de la cuarentena inteligente marcó su inicio este lunes, el director de Vigilancia de la Salud, Guillermo Sequera, dijo este miércoles que existe la posibilidad de un retroceso en el Departamento Central, debido al fallecimiento de un paciente que arrojó positivo para Covid-19.

El hombre de 53 años era oriundo de Ypané, pero viajaba diariamente a Lambaré. Se dedicaba a realizar instalaciones de equipos acondicionadores y también prestaba servicios a domicilio, por lo que su línea de contacto puede ser muy extensa.

La nueva etapa reactivó las labores de los restaurantes, uno de los gremios más perjudicados por el paro económico motivado por la pandemia. Otros sectores que podrán empezar a operar bajo estrictas medidas sanitarias son autocines, teatros y las actividades en gimnasios. Las celebraciones religiosas son permitidas con hasta 20 personas, previamente agendadas.

Además, el Ministerio del Interior informó que se podrá circular hasta las 23.00, siempre que el desplazamiento sea justificado.

La cifra fue de 37.278, según el recuento del consorcio de medios del país, y asciende a 928.834. La cantidad de muertes, en tanto, fue de 1.338, lo que llevó el total a 45.456

Brasil registró este martes un nuevo récord diario de contagios de Covid-19, la enfermedad causada por el nuevo coronavirus, con más de 37.000 casos positivos reportados en las últimas 24 horas.

En concreto, la cifra asciende a 37.278, según el consorcio de medios del país creado a efectos de proveer cifras independientes sobre la pandemia. El total de transmisiones confirmadas en el país es de 928.834. De continuar teniendo lugar estas cifras, Brasil podría superar el millón de casos antes de la próxima semana.

La cantidad de muertes, en tanto, fue de 1.338, lo que llevó el total a 45.456. Brasil es el país con la segunda mayor cantidad de decesos y transmisiones a nivel global, solo después de Estados Unidos. Una estimación de la universidad PUC de Río de Janeiro estimó que a finales de mes la cantidad de contagios será superior a los 1,3 millones, mientras que las muertes superarán las 60.000.

El ministerio de Salud del gobierno de Jair Bolsonaro, en paralelo, publicó su propio reporte en el que informó de 34.918 nuevos casos y 1.282 fatalidades. De esta manera, las cifras totales de la cartera ascienden a 923.189 y 45.241, respectivamente.

El día registró además otro lúgubre récord en el territorio: el estado de San Pablo, el más afectado en términos nominales por la pandemia, registró la cifra más alta de muertes desde su comienzo. Fueron 365, 31 decesos más que el pasado martes, cuando tuvo lugar el récord anterior.

El alcalde de la capital homónima, Bruno Covas, dio positivo el pasado 14 de junio y trabaja desde entonces desde su casa. Está bajo observación médica en los próximos días ya que Covas también padece cáncer

Tanto San Pablo como Río De Janeiro -el segundo más afectado- comenzaron a flexibilizar medidas en los últimos días. El pasado jueves reabrieron sus comercios y centros comerciales, decisión que generó un aluvión de críticas de especialistas y científicos, quienes alertan de que el país solo deberá alcanzar el pico de la curva de contagio en julio.

La Alcaldía de la mayor ciudad de Latinoamérica ha condicionado la reapertura de los establecimientos a la adhesión de una serie de medidas sanitarias, como el respeto al distanciamiento social, el uso de mascarillas, un horario de funcionamiento reducido a cuatro horas diarias y una ocupación máxima de un 20 por ciento del aforo total.

El gobernador de San Pablo, Joao Doria, precisó que las autoridades podrán dar “un paso atrás” en caso de que lo consideren necesario para “proteger vidas”.

Sin embargo, fueron registrados diversos puntos de aglomeraciones en la ciudad, sobre todo en los barrios más populosos y donde se concentran los comercios callejeros.