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Así lo informó este miércoles el ministro de Economía, Martín Guzmán, a través de su cuenta en la red social Twitter, en la que incluyó la nota que la cartera envió al Fondo Monetario Internacional.

El Gobierno argentino solicitó al Fondo Monetario Internacional (FMI) el inicio de conversaciones formales para acordar un nuevo programa con el organismo multilateral, luego de haber cancelado el “descarrilado acuerdo stand by" firmado en 2018, que generó una deuda de US$ 44.000 millones.

Luego de que el presidente Alberto Fernández le transmitiera la decisión oficial de avanzar con las negociaciones a la directora gerente del organismo, Kristalina Georgieva -a través de una comunicación telefónica de la que también participaron el Ministro de Economía, Martín Guzmán y el representante del Cono Sur ante el FMI, Sergio Chodos-, el Gobierno argentino elevó la carta con el petitorio formal al organismo.

“Le estamos escribiendo para requerirle formalmente la iniciación de las consultas para acordar un nuevo Programa con el FMI que suceda al cancelado y descarrilado acuerdo "Stand By de 2018" “, subraya la carta que lleva la firma de Guzmán, Chodos y del presidentes Banco Central, Miguel Pesce.

 

La confirmación del FMI llegó en las últimas horas de la tarde de este miércoles, a través de un comunicado en el que Georgieva sostuvo que el organismo confía en "profundizar nuestro diálogo sobre cómo podemos apoyar mejor los esfuerzos del gobierno para manejar el impacto de la pandemia, impulsar el crecimiento y la creación de empleo, y reducir la pobreza y el desempleo al tiempo que fortalecemos la estabilidad macroeconómica en beneficio de todos los argentinos".

En la nota formal enviada al Fondo, los funcionarios argentinos remarcaron que a pesar de que la Argentina cumplió con los metas macroeconómicas en el acuerdo suscrito por la anterior gestión, el país no alcanzó la sustentabilidad.

“Entre 2017 y 2019, Argentina redujo el déficit fiscal primario del 3,8% al 0,9% del producto interno bruto, mientras que el déficit de cuenta corriente cayó del 4,8% al 0,9% del producto interno bruto”, recordaron.

 

Y resaltaron que “a pesar de que la Argentina cumplió con dichos criterios de cumplimiento establecidos en el stand by, la fuga de activos denominados en pesos continuó y el país no fue capaz de obtener tasas de refinanciación satisfactorias, ni de asegurar la sustentabilidad de la deuda pública; la actividad económica se contrajo por un 2,6% y un 2,1% durante 2018 y 2019 respectivamente, y la inflación del índice de precios al consumidor marcó respectivamente un 47,6% y un 53,8% para 2018 y 2019; ello combinado con una contracción monetaria sin precedentes” .

Luego, Guzmán y Pesce destacaron el logro del acuerdo con los acreedores privados y graficaron el nuevo escenario actual dentro del contexto de la pandemia, donde la Argentina fue “severamente impactada” y la "producción cayó un 20% en el segundo trimestre de este año”.

Asimismo, precisaron que el déficit fiscal alcanzó el 3,3% del producto interno bruto durante el primer semestre de 2020, producto de la caída de la actividad de las medidas adoptadas para contrarrestar el flagelo.

“Estamos determinados a recomenzar el proceso de implementación de un sendero fiscal consistente una vez que los efectos de la pandemia desaparezcan, reduciendo el déficit fiscal primario de un modo que sea compatible tanto con la sustentabilidad de la deuda pública, como con la recuperación económica”, esbozaron.

Así, los funcionarios requirieron “formalmente asistencia financiera bajo un Programa con el Fondo Monetario Internacional" e invitaron al staff a "una misión para comenzar las conversaciones” .

Para que no se repita lo que denominaron “defectuosos presupuestos del Programa de 2018”, los funcionario argentinos indicaron que “es esencial que se realice una evaluación precisa de los desafíos de Argentina, y esperemos intercambiar opiniones con su staff sobre estas cuestiones”.

“Un nuevo acuerdo que incluya una reprogramación de los vencimientos de deuda con el FMI es un paso necesario para resolver la crisis económica a la que se condujo al país en los últimos años", sostuvo Guzmán en una serie de mensajes en su cuenta en la red social Twitter, respecto del programa anterior que contemplaba un pago de casi la totalidad de la deuda con el Fondo en los próximos dos años.

Por su parte, Pesce sostuvo que “es necesario que el próximo programa tenga presente la estabilidad como el crecimiento de la economía, del crédito y del mercado de capitales local”.

Este mediodía, durante un acto, el Presidente contó que tuvo una "extensa charla con Georgieva sobre la necesidad de que, sin prisa y sin pausa, trabajemos junto al FMI para ordenar el desorden que heredamos del gobierno anterior",.

En horas de la tarde la titular del FMI devolvió el gesto y manifestó que entre ambos hubo “un dialogo constructivo y positivo”.

“Hablamos de los importantes desafíos que enfrenta Argentina, incluso debido a la pandemia mundial, y las prioridades del gobierno argentino de cara al futuro, en particular la necesidad de revitalizar la economía y seguir protegiendo a los más vulnerables”, expresó Georgieva, al confirmar la solicitud argentina.

El FMI concedió en el segundo semestre de 2018 al gobierno de Mauricio Macri un préstamo por US$ 57.000 millones, de los cuales desembolsó US$ 44.000 millones, debido a que el presidente Alberto Fernández, una vez electo y antes de asumir, rechazó a fines del año pasado los tramos que restaban otorgarse.