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Desde el juego, River marcó más diferencia que en el resultado: derrotó 2-0 a Cerro Porteño en el Monumental en el partido de ida de los cuartos de final de la Copa Libertadores y consiguió una buena ventaja para viajar a Paraguay con el objetivo de cerrar la serie y sacar pasaje a las semifinales. Las dos conquistas fueron de penal: Ignacio Fernández en el inicio de las acciones, y Rafael Santos Borré en el segundo tiempo, firmaron los gritos del dueño de casa, que manejó el desarrollo a voluntad.