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El barril del crudo WTI en los Estados Unidos, para los contratos de futuros con entrega en mayo, concluyó con un precio de -30,80 dólares -una baja de 49 dólares-, equivalente al 268,64% respecto del cierre del viernes.

El petróleo crudo de la variedad WTI cerró este lunes un precio negativo en Nueva York, por primera vez en su historia, en los contratos para entrega en mayo, como consecuencia de la abultada extracción y la falta de depósitos de almacenamiento tanto en las plantas productoras, en los ductos, en las destilerías, como en las bodegas de los supertanques y la caída de la demanda por la pandemia del Covid-19.

El barril del crudo WTI que se comercializa en los Estados Unidos, para los contratos de futuros con entrega en mayo, concluyó con un precio de -30,80 dólares lo que equivale a una baja de 49 dólares, equivalente al 268,64% respecto del cierre del viernes, según datos proporcionados por la agencia Bloomberg.Por su parte, el barril del tipo Brent que se utiliza principalmente en Europa, bajó 6,8%, a 26,20 dólares.

Los inversores salieron del contrato de mayo antes de su vencimiento el lunes debido a la falta de demanda del petróleo real. Cuando vence un contrato de futuros, los operadores deben decidir si aceptan la entrega del petróleo o trasladan sus posiciones a otro contrato de futuros para un mes posterior.

La brusca caída de los hidrocarburos está asociada a varios factores entre los que se encuentran la guerra de precios entre los países productores nucleados en la OPEP y aquellos que están fuera del cartel, liderados por Rusia, y que entrará en una frágil tregua en mayo y en junio, con un recorte en la producción de unos 8,5 millones de barriles diarios.

Pero también influye el incremento de la producción de petróleo no convencional o "shale oil" en los EE.UU. que colmó todas las plantas de almacenamiento disponible en ese país.

La demanda física de crudo ha disminuido sensiblemente, creando un exceso de oferta mundial a medida que miles de millones de personas se quedan en casa para frenar la propagación del nuevo coronavirus.

Las refinerías están procesando mucho menos crudo de lo normal, por lo que cientos de millones de barriles han ingresado a las instalaciones de almacenamiento en todo el mundo. Los comerciantes han contratado buques para anclarlos y llenarlos con el exceso de petróleo, alcanzando un récord de 160 millones de barriles que se encuentran en los supertanques.

Las existencias de crudo estadounidense en el centro de almacenamiento en Cushing, Oklahoma, aumentaron un 9% en la semana al 17 de abril, totalizando alrededor de 61 millones de barriles.

Con los precios del petróleo de Estados Unidos operando en territorio negativo, eso significa que los vendedores tienen que pagar a los compradores por primera vez para tomar futuros del petróleo.

Sin embargo, no está claro si eso beneficiará a los consumidores, que generalmente ven que los precios más bajos del petróleo se traducen en precios más bajos para la gasolina en la gasolinera.

Otro de los puntos que influyó decisivamente en los precios fue el efecto contractivo de los viajes, y el turismo como consecuencia de la pandemia del Coronovirus.

Por un lado, la menor cantidad de vehículos en las calles, la escasa presencia de aviones en los cielos, la reducción de los fletes marítimos, y por el otro, las economías de por sí ralentizadas por la pandemia ya no necesitan las cantidades de petróleo proyectadas antes de la crisis.

En el marco de la Emergencia Sanitaria que estamos atravesando a causa de la pandemia del Coronavirus, la Dirección General de Rentas de Misiones, presidida por el Contador Público Rodrigo Vivar, decidió excluir de retenciones bancarias a los depósitos en concepto de Ingreso Familiar de Emergencia (IFE) dispuesto en el Decreto N° 310/2020 del Poder Ejecutivo Nacional.

La exclusión fue notificada este lunes a través de la Resolución General 15/2020, y publicada en el Boletín Oficial de la Provincia de Misiones.

La gestión de puertas abiertas de Rentas acompaña de manera solidaria a los ciudadanos en este difícil momento que estamos atravesando.

Cabe necesario mencionar que las oficinas de DGR están abiertas desde este lunes para atención al público de manera restringida, con todos los cuidados pertinentes respetando protocolos sanitarios. También continúan los canales de atención online a través del 0810-444-5505 y por medio de mensajes de Facebook en /DGRMisiones.

El ministro de Economía, Martín Guzmán, anunció que la propuesta de canje de deuda "incorpora un período de gracia" en el que no se pagará capitales ni intereses hasta 2023. "Aún no se ha llegado a un entendimiento con los bonistas", dijo en la reunión en Olivos.

El Gobierno presentó este jueves su propuesta para renegociar US$ 66.238 millones de deuda emitida bajo legislación extranjera, en la que prevé un período de gracia de tres años sin ningún tipo de pagos, con una quita reducida sobre el capital y un recorte del 62% en los intereses, que suman un monto total de US$ 41.500 millones.

La propuesta será presentada formalmente mañana ante la comisión de valores de los Estados Unidos (SEC, según su sigla en inglés) en la que se darán los detalles técnicos de este canje.

Así lo anunció esta tarde el ministro de Economía, Martín Guzmán, en un encuentro que fue encabezado por el presidente Alberto Fernández en la Quinta de Olivos, donde también estuvieron presentes la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, el presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, y gobernadores provinciales.

"Tal vez sea la oportunidad para construir un país mejor", dijo Fernández, luego de que Guzmán anunciara los detalles de la propuesta.

La propuesta busca reestructurar 21 títulos emitidos bajo legislación extranjera por US$ 66.238 millones, algo más de US$ 1.000 millones menos que los US$ 68.843 millones anunciados inicialmente.

 

Propuesta de reestructuración incluye período de gracia de 3 años y quita del 62% en los intereses

Guzmán explicó que esta propuesta se alcanzó luego de hablar con el Fondo Monetario Internacional, al cual Argentina le debe US$ 44.000 millones, y que de ese diálogo "se encontraron similitudes" sobre la capacidad de la Argentina para hacer frente a esa deuda.

"Argentina hoy no puede pagar nada. No solo hoy, sino que durante ciertos años no podrá pagar nada y con el Fondo hemos coincidido en que tiene que haber una fuerte reducción" de la carga de la deuda para que el país pueda crecer, dijo el funcionario.

Guzmán explicó que mantuvo conversaciones con los acreedores "y en ellas aún no hemos llegado a un entendimiento entre Argentina y los bonistas sobre qué es sostenible".

"Insisto, lo que Argentina propone es un marco económico sostenible, algo que también el FMI considera", destacó el funcionario, quien también explicó que en este tipo de negociaciones "lo que dicen los acreedores externos de Argentina es que tiene que haber más ajuste fiscal, más rápido y en mayor cantidad".

Sin embargo, "la realidad es que eso (el mayor ajuste fiscal) destruiría el futuro de millones de argentinos. Hay un límite al que se puede ir y ese límite es la oferta que se presentará mañana", subrayó.

Desde el Gobierno argentino "lo que proponemos es cambiar la estructura de deuda por otra que implique un período de tres años, con lo que Argentina no pagaría nada en el 2020, 2021 y 2022, y recién en el 2023 comenzaríamos a pagar un cupón promedio del 0,50% y esas tasas irían creciendo hasta una tasa de interés promedio del 2,33% ", señaló el ministro.

Esta propuesta "conlleva una mayor reducción de intereses que de capital. La reducción de capital sería de US$ 3.600 millones, equivalente a una quita del 5,4% sobre el stock adeudado y una reducción en los intereses de US$ 37.900 que implica una reducción del 62%", agregó.

Guzmán advirtió que "esta oferta tiene una fecha de cierre, va a haber aproximadamente 20 días después de su lanzamiento formal".

"Es un periodo suficiente para que nuestro acreedores puedan tomar decisiones, y es un período en el cual va ha haber gente jugando muy fuerte", advirtió.

"Acá hay muchos intereses en juego y las voces de nuestros acreedores, que quieren que Argentina pague más van a estar resonando, y es necesario que estemos unidos como sociedad por esta oferta", dijo el ministro.

Ayer, el Gobierno argentino solicitó a la Comisión de Valores de Estados Unidos (SEC, por su siglas en inglés) autorización para emitir bonos por un monto total de hasta US$ 50.500 millones, en el marco del proceso de reestructuración en el que prevé un canje de títulos viejos por nuevos a los tenedores que acepten la propuesta.

La nota enviada por el Palacio de Hacienda a la SEC solicita autorización para la emisión de nuevos títulos por US$ 20.000 millones, que se suman a otros pedido formulado varias semanas atrás por otros US$ 30.500 millones, con lo que la suma total asciende a US$ 50.500 millones.

Además, Guzmán le solicitó formalmente al Club de París posponer por un año el pago de US$ 2.100 millones que vencen en mayo próximo y planteó la posibilidad de encarar una renegociación del acuerdo alcanzado con ese foro de países en 2014.

Argentina mantiene además un diálogo con el FMI para renegociar una deuda de US$ 44.000 millones que mantiene con ese organismo multilateral de crédito, al tiempo que prorrogó para el año próximo, sin fecha, el pago de unos US$ 8.000 millones de títulos de deuda en dólares, pero emitidos bajo legislación local.

La suba estuvo impulsada por los rubros Alimentos y Bebidas y gastos en Educación y en Salud, informó el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec).

El Índice de Precios al Consumidor aumentó 3,3% durante marzo, impulsado por la suba en los valores de los rubros Alimentos y Bebidas, Educación y Comunicación, informó hoy el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec)

De esta forma, en los tres primeros meses del corriente año la suba de precios acumuló un avance de 7,8%, mientras que la medición interanual fue de 48,4%.

La suba de 3,3% de marzo quebró la ralentización observada en los dos primeros meses del año respecto al cierre de 2019, al tiempo que se ubicó muy por encima de las previsiones relevadas por el Banco Central al medir las expectativas del mercado, que estimaban una suba de 2,6%.

Las mayores subas se anotaron en los rubros "Alimentos y bebidas", con un incremento de 3,9%, impulsado por aumentos en verduras, frutas y carnes; y del 17,5% en "Educación", explicada fundamentalmente por las nuevas cuotas de los colegios privados y en menor medida por los útiles escolares.

También aumentó el ítem "Comunicación", con una suba de 8,3%, por el alza de los abonos de la telefonía celular.

Otro rubro que se ubicó por encima de la media fue "Indumentaria y Calzado", con un incremento de 4,2% en los precios, explicados fundamentalmente por el cambio de temporada.

La suba del IPC no fue mayor en marzo debido a que permanecen congeladas las tarifas de los servicios de agua, electricidad, gas y otros combustibles.

La medición del Indec marcó incluso que durante el tercer mes del corriente año "se destacaron las bajas observadas" en esos segmentos en las regiones de Gran Buenos Aires, Pampeana, Cuyo y Patagonia.

Por regiones, las provincias del Noroeste marcaron en marzo una suba promedio de 3,8% en el IPC; seguida por el Gran Buenos Aires (3,5%), y Noreste (3,5%). En tanto los distritos patagónicos fueron los que menos subieron, con un incremento medio de 2,6%.

En lo que va del año, con una inflación acumulada del 7,8%, el rubro "Educación" debido a la actualización que se hace de las cuotas

En segundo lugar se ubicó "Alimentos y bebidas" con el 11,7 %; en torno al 10% se ubicaron Comunicación junto con "Recreación y cultura" como "arrastre" de las vacaciones de verano, mientras que con el 7,8% se anotó "Prendas de vestir y calzado".

En medio de este panorama, los gastos de Salud aumentaron 1,1% y agua, electricidad, gas y otros combustibles el 2,6%.

En lo que respecta al relevamiento en sí, el titular del Indec, Marco Lavagna, explicó que "los operativos de campo" para recolectar los datos para elaborar este IPC "se suspendieron el 20 de marzo por la cuarentena" de coronavirus, por lo la recolección de datos estaba definida.

"En abril tendremos desafíos más grandes, porque va a cambiar la forma de recolección de datos" aunque no la ponderación de los rubro, dijo el funcionario en declaraciones al canal La Nación +.

Explicó que en los comercios de barrio más grandes "vemos (los precios) por internet", mientras que "a los más chicos les hacemos llamados telefónicos y les pedimos que nos envíen lista de precios. Es una forma para tratar de seguir la misma metodología".

Las eventuales restricciones que se tengan en este trabajo "las vamos a comunicar. Queremos ser muy transparentes", acotó el funcionario.

 

Fuente: Télam.

El Gobierno está terminando de definir la ayuda para las categorías que cobran entre $35.000 y $52.000 mensuales. Se estima que beneficiaría a cerca de 500.000 personas.

Los alcances de esta medida fueron analizados por jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, durante la reunión que mantuvo en su despacho de la Casa Rosada, con el Gabinete Económico, conformado además por los ministros de Economía, Trabajo y Desarrollo Productivo, Martín Guzmán, Claudio Moroni, y Matías Kulfas, respectivamente, la titular de la AFIP, Mercedes Marcó del Pont; el presidente del Banco Central, Miguel Ángel Pesce, y la vicejefa del Gabinete, Cecilia Todesca Bocco.

Cabe recordar que el pasado viernes el presidente Alberto Fernández dijo “Estamos preocupados por algunos sectores de la clase media, estamos viendo cómo ayudarlos, fundamentalmente los monotributistas de las categorías C y D”, en ocasión de anunciar la extensión de la cuarentena.

Si bien, como se dijo el monto de la ayuda está en estudio, el punto de partida sería otorgarles los 10.000 pesos que conforman el Ingreso Familiar de Emergencia. De ser así, el beneficio demandaría un esfuerzo presupuestario del orden de 5.000 millones de pesos.

También se menciona como “muy probable” que el Ingreso Familiar de Emergencia también se otorgue en mayo, toda vez que continúan las medidas restrictivas destinadas a combatir al coronavirus, tal como adelantó Ámbito, y confirmó hoy el titular de la ANSES, Alejandro Vanoli.

En la primera etapa del IFE se anotaron casi 8 millones de personas (7.854.316) que recibirán el bono de $10.000 sobre los aproximadamente 15 millones de hogares de todo el país, es decir una de cada dos familias argentinas accedió a dicho ingreso. El monto de este beneficio representa algo más de 1.000 millones de dólares que al duplicarse este monto significaría casi medio punto del PBI.

Fuente: Ámbito.