Las grabaciones de El Marginal 4 comenzarán en mayo próximo para estrenarse en el último trimestre del año la continuación de la saga carcelaria que se volvió “de culto” entre sus fans y que, gracias a la plataforma de streaming de Netflix, ganó fama internacional.
Los planes de la productora Underground -que Sebastián Ortega sigue gerenciando pero que se vendió a la cadena Telemundo- se ponen en marcha con tiempos más que laxos. Todo es mucho más lento al negociarse las franquicias, los derechos y los acuerdos con los nuevos dueños. Eso postergó la grabación de “Volver a empezar”, la comedia romántica con Carla Peterson y Juan Minujín que se verá al aire a principios del año que viene.
En cuanto a El marginal 4, su plan de grabación se adelantó pero no tanto. La principal razón tiene que ver con el ámbito donde se desarrollará la nueva temporada de la serie: una nueva cárcel. Para eso, en absoluto hermetismo y secreto se está construyendo especialmente un decorado gigantesco, una “nueva prisión real”, en las afueras del gran Buenos Aires donde se grabará la saga.
Ya sin la emblemática ex cárcel de Caseros donde se hicieron las tres temporadas iniciales (la 1 y sus precuelas en las 2 y 3); el mayor escollo de la producción que comanda Pablo Culell residió en encontrar la nueva prisión para lo que viene. Finalmente la historia carcelaria volvió al tiempo “presente” y mostró la secuela de la primera temporada; el después de la fuga del personaje de Juan Minujín.
En rigor, después de aquel hecho, la historia se fue hacia atrás para mostrar los inicios de la cárcel de San Onofre y el liderazgo de los hermanos Borges (Claudio Rissi y Nicolás Furtado). Ahora en una nueva prisión, los protagonistas se reencuentran y la trama, por fin, avanza. Pero sin Caseros como locación principal, comenzó la búsqueda de una nueva locación principal, la cárcel donde se producirá la parte 4.
La producción finalmente decidió construir una cárcel especialmente para grabar. Ese operativo marcha a toda velocidad para que las grabaciones comiencen en el mes de mayo. Ortega quiere que la nueva prisión sea la gran “vedette” de la nueva temporada, para darle mayor realismo a una historia que promete sumar aún más crudeza. Juan Minujín volverá a ponerse en la piel de Pastor, el policía que se infiltró como preso en la primera temporada para encontrar a la hija secuestrada de un juez. Ese fue el argumento más potente de la historia que sirvió para poner a la cárcel como escenario de la anécdota, aunque en las siguientes temporadas la vida carcelaria ganó el protagonismo en si mismo.