Los casos de personas que retornaron a sus destinos de origen se dividen entre los que no respetaron la cuarentena obligatorio y quienes provienen de zonas con circulación activa de Covid-19.
Un total de 270 extranjeros debieron retornar a sus países de origen, entre los que no quisieron guardar la cuarentena obligatoria al ingresar al país y los que arribaron este domingo, cuya entrada estaba vedada por la resolución 567-20 del Gobierno nacional que impuso la restricción para aquellos no residentes que provengan de los países con circulación activa de coronavirus.
Uno de los operativos, indicaron fuentes del Ministerio del Interior, involucró a 90 personas que habían ingresado al país hace unos días, se negaban a cumplir la cuarentena exigida por decreto presidencial y estaban en diferentes hoteles, por los que se los trasladó en micros a Ezeiza, escoltados por personal de seguridad, hasta que abordaron los respectivos aviones.
A su vez en el aeropuerto de Internacional de Ezeiza, a 180 extranjeros que llegaron el día domingo al país en distintos vuelos, desde la mañana, hasta la tarde, se les impidió el ingreso y debieron retornar a sus países, ya que provenían de aquellos a los que hace referencia la resolución gubernamental dictada el día sábado: China, Corea del Sur, Japón, Irán, Estados Unidos y Europa.
Según las fuentes aeroportuarias, algunos de los casos eran turistas que llegaron a la Argentina hace varios días, pero se negaban a realizar la cuarentena obligatoria, por lo que se los ubicó y se los “invitó” a abandonar el país.
Los casos de Ezeiza corresponden a pasajeros que arribaron durante la mañana del día domingo en vuelos desde Estados Unidos y Europa y por la tarde, con los vuelos de compañías que, con escalas, transportan pasajeros desde Asia y Medio Oriente.
A su vez, 1.600 argentinos aguardan que el crucero en el que están embarcados sea autorizado a amarrar en Marsella, Francia, para regresar al país.
En el caso de los cruceros amarrados en Buenos Aires, se trata de barcos que en los últimos 14 días estuvieron navegando en zonas no consideradas de riesgo, ya que procedían de Chile, por lo que aquellos pasajeros que no presentaron síntomas tuvieron la posibilidad de desembarcar y realizar las actividades previstas, mientras que otros, que culminaban su viaje aquí, fueron trasladados a Ezeiza para abordar un vuelo hacia su país de origen.
Mañana es el último día que arribarán vuelos de compañías internacionales que operan desde y hacia las denominadas "zonas de riesgo", ya que a partir del martes sólo Aerolíneas Argentinas estará habilitada para operar con Europa y Estados Unidos.
Las medidas en Tierra del Fuego
En tanto, el gobierno de Tierra del Fuego prohibió el amarre en el puerto de Ushuaia de un crucero proveniente de Chile con pasajeros que estuvieron en algunos de los países más afectados por la pandemia de coronavirus.
El Ventus Australis, con capacidad para 210 personas, provenía de la ciudad chilena de Punta Arenas, y tanto los visitantes como la tripulación no cumplían con el requisito de haber estado embarcados 14 días antes de la llegada a puerto.
El presidente de la Dirección Provincial de Puertos (DPP), Roberto Murcia, detalló que el barco tenía previsto amarrar en Ushuaia a las 0.15 “pero se le comunicó al capitán que no se les permitiría desembarcar”.
Las restricciones a los cruceros turísticos están incluidas en el decreto de declaración de emergencia sanitaria dictado por el gobernador fueguino Gustavo Melella, que también suspende el ingreso de turistas por vía terrestre cuando provengan de países de riesgo.
Las autoridades fueguinas también organizaron un operativo especial para evacuar hacia Buenos Aires por vía aérea a unos 400 pasajeros de un crucero turístico antártico que arribó ayer al puerto de la ciudad de Ushuaia “en el límite” del plazo de cuarentena previsto por el protocolo de prevención del coronavirus. Se trata del barco Midnatsol, de bandera noruega, que llegó a la capital fueguina ayer a las 16 proveniente de la Antártida.
Por su parte, el crucero Coral Princess, que tenía previsto recalar este domingo en el muelle de Puerto Madryn, continuó su viaje hacia Montevideo, advertido por las autoridades locales de que tanto la tripulación como los pasajeros no podrían desembarcar si el buque tomaba amarras en ese puerto chubutense.
Asimismo, un crucero con 1.600 argentinos se encuentra varado próximo a las costas del sur de Marruecos a la espera de que el barco pueda amarrar en el puerto francés de Marsella. La embarcación partió de Buenos Aires el 3 de marzo rumbo a puertos de Italia y España.