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Miles de hinchas de River que tenían entradas para la Superfinal de la Copa Libertadores no podrán ver en vivo la definición del torneo más importante del continente americano. La postergación del duelo definitorio con Boca y la posterior mudanza al estadio Santiago Bernabéu, en España, complicaron a los simpatizantes del Millonario, que, aunque la mayoría de ellos no participó de los incidentes, tendrán que conformarse con seguirlo por televisión, a miles de kilómetros de distancia, como si se tratar de la Champions League, o pagar miles de pesos para hacer el viaje.

Este sábado por la mañana, desde la comisión directiva de River publicaron un comunicado en el que le reclaman a la Conmebol que la vuelta de la final se juegue en el Monumental, como estaba establecido desde un principio. Apenas se supo del informe que presentaron los dirigentes, los hinchas de River se pusieron de acuerdo para ir al estadio del Millonario, en donde hicieron un banderazo en reclamo a la decisión que tomó hace pocos días la Confederación Sudamericana de Fútbol.

Bajo la consigna de que "la Superfinal se tiene que jugar en el Monumental", cientos de hinchas de River se pasaron la tarde del sábado reclamando por la insólita decisión de la Conmebol de llevar el torneo más importante del continente americano a Europa. Todos los caminos, sin embargo, parecen estar cerrados: el domingo 9 de diciembre, a pesar de las protestas, el partido se jugará en el Santiago Bernabéu.