Tras un fugaz viaje a España para darle el último adiós a Luisito Rey, el músico volvió a Argentina para cumplir con sus compromisos. Y en un concierto en el Luna Park se desahogó del angustioso momento
Además de relanzar su carrera y convertirse en un éxito que puso su nombre en boca de todos, la ficción sobre la vida de Luis Miguel llegó para desenmarañar y hacer público el turbulento pasado del cantante, un legado que tuvo en Luis Rey, su progenitor, a uno de los actores principales.
Aquella relación de padre e hijo se caracterizó por enojos, peleas, rencores y distanciamientos que se extendieron por años, y por una inconclusa historia: la misteriosa desaparición de Marcela Basteri, la madre del intérprete, hecho por el que las sospechas también alcanzaron a Luisito Rey. Pero pese a todo ello, en el músico quedó guardado un afecto por él que se hizo evidente en la emotiva despedida.
A principios de diciembre de 1992, cuando se encontraba de gira por Sudamérica, el Rey Sol recibió una notificación desde España. Le informaron en la antesala a un concierto en Paraguay que el estado de salud de su padre era delicado por lo que tuvo que ser internado en un centro médico de Barcelona.
El cantante, por entonces de 22 años, continuó con sus compromisos laborales y se trasladó a Buenos Aires para brindar una serie de shows en el Luna Park. Fue en esos días cuando supo que el cuadro de Luisito Rey se agravaba con el paso de las horas, por lo que decidió ir a verlo.
Fue un viaje fugaz. A su progenitor le quedaba poco tiempo de vida. El reencuentro fue breve (y muy emotivo).
Tras el último adiós, Luis Miguel regresó a Argentina para cumplir con las obligaciones laborales pendientes. Y fue durante una de estas presentaciones donde ofreció unas palabras reflejando su tristeza por la situación, de acuerdo al hallazgo del sitio Quién.
Allí, sobre el escenario, Luismi hizo un alto durante el show y dio un discurso visiblemente acongojado. Le habló a su gente a corazón abierto.
"Antes que nada quisiera disculparme por no tener la oportunidad de estar esta noche con ustedes como siempre he deseado. Pero esta noche es un poco diferente para mí", comienza el sentido mensaje en medio del bullicio de los seguidores.
"Yo quisiera que entendieran que el poder tener la oportunidad de estar con ustedes me parece lo más importante porque el poder que me da el cariño de todos ustedes es lo más importante", prosiguió antes de hacerles un pedido a sus fans y al grupo de músicos que lo escoltaban.
"Quisiera que me ayudaran a hacer de esta noche una noche divertida y bonita porque la vida es divertida y bonita, y hay que disfrutarla el tiempo que la tengamos", expresó cuando asomaban las lágrimas.
Y cerró el desahogo ante el público exultante: "Quiero desearles mucha felicidad a todos y cada uno de ustedes que están aquí. Compartan todo lo que tengan con la gente que quieren. No mañana, sino hoy. Y siempre tengan algo que dar a otra persona porque lo más bonito que tenemos es el amor y el cariño del ser humano".
En aquella ocasión para Luis Miguel el show debía continuar, por lo que retornó al Luna Park, un lugar muy especial para él: además de la noche del mensaje en alusión a su padre, allí ocurrió la última aparición pública de Basteri, el 16 de marzo de 1985, cuando el cantante invita a su mamá a subir al escenario y le dedica un tema.