Con el fin de cumplir con el Plan de Reordenamiento y Jerarquización Vial se concluyó la obra de empalme en la intersección de las avenidas Urquiza y Costanera.
La remodelación del sistema de circulación en este sector tiene como objetivo lograr una fluidez automotriz, evitando el congestionamiento y los siniestros viales, ya que no existía un tercer carril o una rampa para la desaceleración que resguarde a los autos y motos que circulan por la zona.
Asimismo, la eliminación de las curvas y contracurvas posibilita la circulación de los vehículos con la velocidad permitida hasta los cruces semafóricos. Además, mejora el ingreso y egreso al circuito costero, distribuyendo la circulación recreativa por un lado y la cotidiana por otro.
Con la conclusión de la obra, la circulación quedó de la siguiente manera:
En sentido este/ oeste la fluidez es más ágil en el punto de intersección de ambas vías, ya que al eliminar las curvas y contracurvas que generaba la rotonda, su desplazamiento se dará de forma recta. En este sentido, podrán ingresar por la Av. Costanera como lo hacían habitualmente.
La circulación en sentido Oeste/Este será más ligera y segura ya que el ingreso hacia la Costanera será por la intersección semaforizada de Urquiza y Santa Catalina.
Finalmente, los que deseen salir del paseo ribereño en dirección al centro deberán tomar la rotonda de la Av. Comodoro Rivadavia. Actualmente, se está realizando la colocación de carteles indicadores de tránsito, pintura de los cordones del bulevar y plantación de flores y césped.
Obras complementarias
A lo largo de la avenida Urquiza, se está desarrollando una intervención que busca mejorar la circulación y la vegetación.
Desde la intersección con Jauretche, se desarrolla la demarcación de color amarillo para indicar la prohibición de estacionar, como así también indicar la precaución.
Paralelamente, entre Tomás Guido y San Martín se desarrolla la construcción de una dársena que permitirá mejorar la fluidez del tránsito en el sentido oeste este.
Esta es una de las vías perimetrales de comunicación más frecuentes y uno de los corredores del transporte público. Por ello, se está concretando una calzada de hormigón de alrededor de 60 metros, en donde las líneas del sistema público de transporte podrán frenar para el ascenso y descenso de los pasajeros.
Es importante destacar que estas dársenas se realizaron sobre la misma arteria entre Santa Catalina y Lavalle, lo que ocasionó una solución para el tráfico que circula en este punto específico.
La importancia de este trabajo vial es evitar el deterioro de la cinta asfáltica, lo que ocasiona roturas posteriores. Con estas dársenas de hormigón armado se logra que el tránsito pesado pueda circular por ese sector, dándole una vida útil más larga de la capa de rodamiento.