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Tras la suba del dólar, las entidades bancarias reciben menos consultas por préstamos hipotecarios. Algunos clientes, incluso, cancelan y otros renegocian la compraventa.

La suba del dólar, entre otros efectos sobre la actividad, generó un freno en la tramitación de préstamos hipotecarios. Ocurre que la financiación se desembolsa en pesos pero los precios de las propiedades están dolarizados por lo que muchos potenciales compradores se dan cuenta a último momento de que no les alcanza el dinero para comprar el inmueble que desean.

“El crédito hipotecario lo otorgan en pesos pero el tomador corre el riesgo de que, si el dólar sigue subiendo en estos días, cuando va al proceso de escritura no le alcancen los pesos que le da el banco para comprar la propiedad. Hay gente que ya sufrió ese desfasaje”, resumió Germán Gomez Picasso, de ‘Reporte Inmobiliario’.

Ante ese escenario, los solicitantes que tienen mayor capacidad crediticia piden un monto mayor o se apuran a cerrar la operación, mientras los que están al tope de sus posibilidades cancelan el préstamo o buscan una propiedad más económica.

“Algunos ya saben que no llegan y congelan el tema. Otros se apuran a escriturar cuando todavía les alcanzan los pesos. El resto del año va a depender de la relación entre el movimiento del dólar y los salarios, que incluirán nuevas paritarias y cláusulas gatillo. Si el dólar sigue para arriba y los salarios no acompañan, probablemente crezca la cantidad de clientes que cancelen el pedido”, comentaron en un banco.

En los bancos confesaron una menor cantidad de consultas por préstamos hipotecarios. La tendencia se vio el mes pasado y parece continuar en junio.

“En mayo se registró una retracción que se vio reflejada en las evaluaciones de créditos UVA que bajaron un 50% en relación al prom edio de los últimos 12 meses. La mayor volatilidad cambiaria e incertidumbre en la coyuntura impactó de lleno en el mercado inmobiliario, que registró una marcada retracción de los potenciales compradores y que se está transmitiendo en menores flujos de nuevas operaciones hipotecarias”, afirmó Milagro Medrano, gerente de relaciones institucionales y atención al cliente de Banco Macro.

En otra entidad donde prefirieron el anonimato, coincidieron en el dato: “La caída es del 50% en el nivel de tasaciones. Se nota un fuerte parate en las consultas. Esto tendrá impacto en las liquidaciones de los próximos meses”, confesaron.

En Banco Galicia la merma se sintió pero fue menor. “El contexto económico generó una disminución en la cantidad de solicitudes ingresadas de aproximadamente el 20 o 25%. Sin embargo, entendemos que cuando haya una estabilización con respecto al tipo de cambio es probable que volvamos a niveles simi lares a los que veníamos trabajando”, sostuvo el gerente de préstamos de la entidad en diálogo con ‘iProfesional.com’.

Desde el Banco Ciudad, Alejo Espora comentó: “Durante los primeros 15 días de mayo, se observó una baja del 13% en las solicitudes con respecto a la primera quincena de abril. Esta caída se compensó durante la segunda mitad del mes, de mayor estabilidad cambiaria, con una renovada demanda en la cuarta semana”.

El especialista añadió que “se registraron algunas reprogramaciones” y explicó: “En términos generales, las partes renegocian las condiciones de la compra/venta para concretar la operación en curso, siendo una proporción menor las operaciones que se cancelaron”. Para agilizar la operatoria, en la entidad porteña apuntan a mejorar los tiempos del desembolso.

Pese al freno en las consultas, según datos del Banco Central que recopila el diario ‘El Cronista’, en junio, los créditos para vivienda se mantienen estables y suman unos $10.000 millones en lo que va del mes.

En una entidad explicaron el fenómeno: “Todavía no estamos viendo caídas en el stock de préstamos porque se están desembolsando créditos que en muchos casos se tramitaron antes de la suba del dólar. En el próximo trimestre se va a notar el descenso”.

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